El Congreso de Perú destituye al presidente Castillo tras ignorar orden de disolución
El Congreso de Perú destituyó este miércoles al presidente izquierdista Pedro Castillo por "incapacidad moral", ignorando la decisión del mandatario de disolver el Parlamento y dar un autogolpe.
La destitución de Castillo fue aprobada por 101 votos de un total de 130 congresistas, en su tercer intento por sacarlo del poder desde que asumió la presidencia hace 16 meses.
La vicepresidenta Dina Boluarte, que denunció un "golpe de Estado", debe asumir la presidencia de la República este miércoles.
En un esfuerzo de último minuto por salvarse de la destitución, Castillo anunció la disolución del Congreso pocas horas antes de que el Parlamento se reuniera para debatir su salida.
"Se dictan las siguientes medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional; convocar en el más breve plazo a un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución", dijo en un mensaje a la nación desde el palacio de gobierno, transmitido por televisión.
"A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso se gobernará mediante decretos ley. Se decreta el toque de queda a nivel nacional a partir del día de hoy", indicó el mandatario de 53 años, que poseía una desaprobación de 70%.
"Se declara en reorganización el sistema de justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia, el Tribunal Constitucional", señaló.
El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden calificó a Castillo de "expresidente".
"Tengo entendido que, dada la acción del Congreso, ahora es el expresidente Castillo", dijo a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, y añadió que los congresistas peruanos tomaron "medidas correctivas" de acuerdo con las reglas democráticas.
"Rechazaremos categóricamente cualquier acto que contravenga (...) cualquier Constitución, cualquier acto que socave la democracia en ese país", afirmó Price.
- Autogolpe -
"Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley”, indicó en Twitter la vicepresidenta de Perú.
"Hoy se ha dado un golpe de Estado al mejor estilo del siglo XX. Es un golpe destinado al fracaso, el Perú quiere vivir en democracia. Este golpe de Estado no tiene ningún fundamento jurídico", dijo a la radio RPP el presidente del Tribunal Costitucional, Francisco Morales.
La fiscal de la nación, Patricia Benavides, señaló su "rechazo de manera enfática" a "todo quebrantamiento del orden constitucional", y exhortó al mandatario a "respetar la Constitución, el Estado de Derecho y la democracia que tanto nos ha costado".
"El presidente Pedro Castillo ha dado un golpe de Estado. Ha violado el artículo 117 de la Constitución de Perú y ha pasado a la ilegalidad. Esto es un autogolpe", dijo a la AFP el analista político Augusto Álvarez.
Centenares de manifestantes a favor y en contra del presidente se concentraban frente al Parlamento desde antes del anuncio, a la espera del debate sobre su destitución.
Sin embargo, una vez producido el cese en el cargo solo hubo declaraciones de rechazo a Castillo frente al Congreso.
"Ya estamos cansados de este gobierno corrupto, de este gobierno que estaba robando desde el primer día. Ahora toca (sacar a) Dina Boluarte", dijo a la AFP Johana Salazar, una trabajadora de 51 años.
"No puede disolver el Congreso, lo ha cerrado sin ningún motivo, se va a ir a la cárcel. Lo siento por él y su familia", señaló Roxana Torres, comerciante, de 48 años.
"Que la vicepresidenta Boluarte trabaje bien, que se rodee de gente que la asesore bien", pidió por su lado Ricardo Palomino, un ingeniero en sistemas de 50 años.
"Totalmente inaceptable e inconstitucional (lo que hizo Castillo hoy), iba contra todo y ahí están las consecuencias", agregó a la AFP.
- ¿Castillo detenido? -
Tras su anuncio de disolución del Congreso, Castillo abandonó el Palacio Presidencial y se dirigió a la Prefectura de Lima con su custodia policial.
Imágenes difundidas por la administración de justicia peruana lo mostraron sentado en un sillón rodeado de fiscales y policías. Se desconoce su situación legal, aunque varios medios locales aseguran que está detenido.
"¡No era presidente; era un delincuente!" gritaban opositores frente a la sede policial.
El paradero de su esposa e hijos era desconocido en medio de rumores de un asilo en la embajada de México en la capital peruana.
- Ola de renuncias -
Tras el anuncio de disolución del Congreso varios ministros y funcionarios de organismos internacionales anunciaron su renuncia al cargo en las redes sociales y en declaraciones a la prensa.
El embajador de Perú ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Harold Forsyth Mejía, anunció en Washington su dimisión debido a "la ruptura (...) del orden constitucional".
"A partir de hoy Castillo está en la triste fila de los dictadores", dijo a la misma radio el expresidente peruano Ollanta Humala (2011-2016).
El anuncio de Castillo tiene lugar poco más de 30 años después del autogolpe del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), que disolvió el Congreso el 5 de abril de 1992.
Procesos similares en el Congreso forzaron la caída de los exmandatarios Pedro Pablo Kuczynski, en 2018, y Martín Vizcarra, en 2020. El expresidente Alberto Fujimori fue destituido por el Congreso en noviembre de 2000.
S.Scheidegger--NZN