Expresidente de Kosovo quería "eliminar" a oposición, dice fiscal en juicio en La Haya
El expresidente de Kosovo, Hashim Thaçi, lideró una sangrienta campaña contra sus adversarios políticos durante la guerra de independencia (1998-1999), que resultó en más de cien asesinatos, dijo este lunes el fiscal en un juicio por crímenes de guerra ante un tribunal especial en La Haya.
Tanto él como otros tres altos responsables del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) negaron los diez cargos de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que se le imputan.
Thaçi y sus coacusados, considerados en Kosovo como héroes de la guerrilla, impusieron un brutal régimen de encarcelamiento, tortura y asesinato para afianzar su control del poder durante y después de la guerra, según la acusación.
"Estos cuatro hombres eran sin duda los máximos dirigentes del UCK y fueron celebrados y honrados por ello", declaró el fiscal Alex Whiting. "Pero su liderazgo tenía un lado más oscuro", afirmó.
Thaçi, de 54 años, con traje gris y corbata azul, volvió a declararse inocente, como ya hizo en su primera comparecencia ante el tribunal en 2020.
"No soy culpable en absoluto", dijo Thaçi, que dimitió como presidente a finales de 2020 para hacer frente a los cargos.
Sus coacusados, Jakup Krasniqi, exportavoz del UCK; Kadri Veseli, uno de los aliados políticos más cercanos a Thaçi; y Rexhep Selimi, una figura clave de la guerrilla, también negaron los cargos.
Varios miles de personas se manifestaron el domingo en Pristina en apoyo de los cuatro hombres antes del inicio de su juicio ante el tribunal especial, financiado por la Unión Europea.
En La Haya, decenas de personas se manifestaron este lunes con banderas rojas y negras para darle su apoyo.
- Maltratos, torturas y asesinatos -
Según la acusación, Thaçi y sus coacusados tenían una "política clara y explícita de perseguir a los colaboradores y a quienes consideraban traidores, incluidos los opositores políticos".
Muchas víctimas fueron perseguidas solo por su relación con Serbia.
El UCK de Thaçi luchaba contra las fuerzas serbias por la independencia de la provincia, en un conflicto que dejó más de 13.000 muertos. Pero en su "celo" por "eliminar" a la oposición, la mayoría de las víctimas fueron albaneses como los del UCK, así como serbios y romaníes, dijo el fiscal.
"Esta política, fomentada por los acusados, estaba diseñada para detener, maltratar, torturar y, en ocasiones, asesinar a opositores", afirmó Whiting. "Queremos demostrar que hubo cientos de detenciones en todo Kosovo, en general en condiciones espantosamente abusivas, y más de cien asesinatos", añadió.
Según el fiscal, se repetía constantemente el mensaje de que los opositores políticos representaban una amenaza existencial para el UCK.
A todos los acusados se les imputan seis cargos de crímenes contra la humanidad y cuatro de crímenes de guerra, por asesinato, tortura, desaparición forzada, persecución y trato cruel.
La guerra terminó con una campaña occidental de bombardeos en 1999, que obligó a las fuerzas serbias a retirarse.
Hashim Thaçi dejó las armas para convertirse en político en Kosovo.
El Tribunal Especial de Kosovo (TSC), creado en 2015, es un órgano regido por el derecho kosovar.
Su sede está en La Haya (Países Bajos) para proteger a los testigos de posible intimidación. Pese a ello, existe según la fiscalía un "clima de intimidación de testigos" en torno al juicio y algunos se enfrentan a amenazas.
N.Zaugg--NZN