La justicia francesa investiga la contaminación por plomo tras el incendio de Notre-Dame
La justicia francesa investiga si las autoridades pusieron en peligro a los ciudadanos por no tomar las medidas necesarias contra la contaminación por plomo a raíz del incendio de la catedral de Notre-Dame en 2019, indicaron este miércoles a la AFP varias fuentes.
Tras una primera denuncia a mediados de 2021, la asociación Henri Pézerat, el sindicato CGT y dos padres de alumnos obtuvieron que la justicia designe una jueza de instrucción para investigar el caso, indicó una fuente próxima al caso y confirmó una fuente judicial.
El 15 de abril de 2019, un gigantesco incendio golpeó esta obra maestra de la arquitectura gótica y provocó el derrumbe de su famosa aguja, de su reloj y de parte de su bóveda, bajo la mirada atónita de millones de personas en todo el mundo.
En el incendio se consumieron además 400 toneladas de plomo del tejado y de la aguja, lo que equivale a "casi cuatro veces las emisiones anuales de plomo en la atmósfera de toda Francia", según los demandantes.
Aunque el riesgo vinculado a la contaminación atmosférica se descartó con bastante rapidez, a los residentes y las asociaciones locales les preocupaban la presencia de este metal pesado tóxico en el suelo, ya que podría acabar en la suela de los zapatos e ingerido por los niños.
"Las autoridades competentes no tomaron ninguna precaución particular durante más de tres meses después del incendio", poniendo en peligro "a los niños [en guarderías y escuelas], a los residentes locales y a los trabajadores" del barrio, según los denunciantes.
Estos apuntan sobre todo a la Agencia Regional de Salud, a la prefectura de policía, a la alcaldía de París y al ministerio de Cultura.
La reapertura del edificio, que antes del incendio acogía casi 12 millones de visitantes, 2.400 misas y oficios y 150 conciertos al año, está prevista en 2024, cuando París debe acoger los Juegos Olímpicos.
R.Bernasconi--NZN