El papa viaja a Hungría para abogar por la paz en Ucrania y por los inmigrantes
El papa Francisco inicia el viernes una visita de tres días a Hungría para reunirse con el líder ultranacionalista Viktor Orbán, con quien hablará de la guerra en Ucrania y de la política contra la migración que el Vaticano no comparte.
Un mes después de su hospitalización por una bronquitis, la salud del papa argentino, de 86 años, será vigilada constantemente durante su estadía en Budapest, la capital, donde permanecerá todo el tiempo.
Durante su delicado viaje al corazón de Europa, un país con 9,7 millones de habitantes, de los que cerca el 39% son católicos según las últimas cifras de 2011, el papa desea abrir puentes de diálogo entre Rusia y Ucrania y perorar por la protección de los migrantes.
El jefe de la Iglesia católica había hecho en 2021 una escala de siete horas en Budapest, durante la cual instó a los húngaros a abrir sus puertas a los migrantes y refugiados pese a la duras políticas de Orbán contra ese fenómeno.
Francisco será recibido el viernes por el primer ministro Orbán, a quien había expresado en abril del 2022 su agradecimiento por la protección que ofrece Hungría a los ucranianos que huyen de la guerra con Rusia, durante una audiencia en el Vaticano.
Los dos líderes tienen concepciones opuestas sobre varios puntos: Orbán, calvinista, defiende una "Europa cristiana", por lo que justifica su severa política contra la migración musulmana, mientras que el pontífice pide la repartición justa dentro de los países de la Unión Europea de todos aquellos que huyen de guerras y hambre.
Por otro lado, Orbán ha querido mantener los lazos con Moscú, por lo que se abstiene de criticar al presidente ruso Vladimir Putin y se niega a enviar armas a Ucrania.
- "Vientos de guerra" -
En Budapest, el pontífice argentino tiene previsto una reunión con los refugiados ucranianos, a los que reiterará su posición a favor de la paz pese a que las iniciativas de mediación de la Santa Sede han fracasado hasta ahora.
El domingo, Francisco habló de una visita "al centro de Europa, donde soplan gélidos vientos de guerra" así como del "desplazamiento de tantas personas que pone en el orden del día urgentes cuestiones humanitarias".
Más de un millón de ucranianos han cruzado la frontera desde que Rusia invadió a Ucrania en febrero de 2022 y 35.000 han solicitado el estatus de protección temporal, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"Nuestra posición es cercana a la del Vaticano: cese el fuego inmediato y negociaciones de paz", resumió con la AFP el embajador de Hungría ante la Santa Sede, Edward Habsburg.
"Mi país está realizando la mayor acción humanitaria de su historia al brindar vivienda, educación y trabajo a aquellos que desean quedarse con nosotros", añadió el diplomático.
El embajador reconoció que el trato es diferente para los "refugiados de guerra" con respecto a los "inmigrantes ilegales", una política que ha sido denunciada por ser discriminatoria.
- "Visiones comunes" -
Durante su viaje internacional número 41, Jorge Mario Bergoglio pronunciará seis discursos y presidirá una misa al aire libre el domingo.
También se reunirá con gente pobre, jóvenes, miembros de la iglesia local y representantes del sector académico y cultural.
Según Zoltan Kiszelly, director del dentro de estudios gubernamental Szazadveg, la visita del papa "le ofrece a Orbán la oportunidad de resaltar los valores tradicionales, en torno a Dios y la familia", los cuales promueve desde que llegó al poder en 2010.
Las diferentes posiciones entre los dos líderes serán puestas de lado por el primer ministro húngaro, ya que se va a "insistir en las visiones comunes" y en el hecho de que Hungría "no está sola en su defensa del cristianismo" porque cuenta con el "apoyo" del pontífice, sostiene el experto.
El papa en el pasado había sido criticado duramente por los medios gubernamentales húngaros por sus posiciones demasiado favorables a la migración y a los homosexuales, otro tema que divide.
Francisco es el segundo pontífice que visita Hungría, después de Juan Pablo II en 1991 y 1996.
A pesar de su avanzada edad y a los dolores en una rodilla que le obligan a desplazarse con un bastón o en silla de ruedas, Francisco sigue viajando: tiene previsto visitas a Lisboa en agosto y a Marsella (Francia) en septiembre, además de Mongolia.
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D.Smith--NZN