Bagdad se renueva a golpe de inversiones inmobiliarias
En una tarde de verano, un grupo de iraquíes fuma narguilé y juega a los bolos en un amplio complejo de Bagdad. Una estampa propia de los proyectos inmobiliarios que han renovado la imagen de la capital tras años de conflictos.
"Irak es terreno fértil para las inversiones", afirma Falah Hassan, director ejecutivo del complejo de restaurantes y tiendas construido en uno de los antiguos palacios de Sadam Husein.
En Irak, la frágil estabilidad alcanzada tras la derrota del grupo Estado Islámico en 2017 cimentó el camino para un auge de la construcción, en una ciudad que hasta hace poco era noticia por la guerra y la violencia.
Desde que asumió el poder en octubre, el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, ha tratado de rehabilitar las infraestructuras de Bagdad. Aunque los trámites no son siempre fáciles.
Hassan explica que los inversionistas aún enfrentan numerosos obstáculos, incluida "la situación de seguridad" y la "burocracia".
"Tienes que pasar por mil ventanillas para obtener un permiso", señala, y detalla que el nuevo complejo "Parque Mil y Una Noches", a orillas del río Tigris en Bagdad, fue abierto a fines de 2022 por "inversionistas jóvenes".
El Banco Mundial lanzó en julio un dardo en ese sentido, al advertir sobre la "falta de legislación favorable a los negocios, un ambiente de seguridad volátil, ineficiencia administrativa y corrupción sistémica" en Irak.
- "Epidemia de corrupción" -
Precisamente, esta es la realidad que las autoridades dicen querer cambiar para atraer inversionistas, en especial del Golfo.
A finales de agosto, Sudani participó en la colocación de la primera piedra de un hotel de lujo y complejo residencial, la primera gran inversión catarí en Bagdad.
"Desde el primer ministro hasta el funcionario de menor rango, estaremos al lado de los inversionistas y el sector privado para ejecutar proyectos en Bagdad y las provincias", expresó el jefe del gobierno iraquí.
La semana pasada, durante la Asamblea General de la ONU, Sudani dijo que la "prioridad es la lucha contra la "epidemia de la corrupción".
Pero los expertos afirman que hay dinero sucio detrás de muchos nuevos proyectos en Bagdad.
"En los últimos años, la élite política de Irak y sus socios empresariales han preferido invertir en proyectos locales como refugio para sus ganancias mal habidas", escribió Hayder al Shakeri en un artículo para el Instituto de Estudios Regionales e Internacionales de la Universidad Americana de Irak.
"En parte para disfrazar el origen ilícito de su dinero, la élite política comenzó a invertir en complejos residenciales de lujo, centros comerciales, universidades privadas y otras iniciativas inmobiliarias, generando un 'boom visible' en Bagdad", agregó.
En menos de un año, Sudani emprendió obras para mejorar los servicios de agua y electricidad en los barrios más pobres de Bagdad, construir puentes y rediseñar las calles de una de las ciudades más pobladas del mundo árabe.
En el presupuesto 2023-2025, las inversiones anuales alcanzan 37.000 millones de dólares, el triple del monto de 2022, informó el Banco Mundial.
Tales inversiones son posibles por la gran riqueza petrolera y las reservas internacionales de Irak, que superan los 100.000 millones de dólares.
- Agua y electricidad -
En el barrio de Kufa, en las afueras de Bagdad, un tractor excava la calle para instalar tubos, mientras otro camión recoge los escombros.
Una unidad especial trabaja en rehabilitar los barrios pobres de Bagdad, "desprovistos de servicios desde hace más de 20 años", explica Abdel Razzak Abd Mhessein, ingeniero a cargo del proyecto.
La unidad está conformada por personas de varios ministerios, empresas estatales e ingenieros militares.
"Tenemos un presupuesto de unos 200.000 millones de dinares (150 millones de dólares) para obras de infraestructura de agua, alcantarillas y más" en los 1.093 barrios pobres de Bagdad, dijo el ingeniero a AFP.
"Esto es lo que soñamos. Calles pavimentadas y servicios", expresó Abu Ali al Bahadli, un trabajador de 55 años.
"Antes no podíamos salir cuando llovía, la calle era un barrizal y las alcantarillas se desbordaban", dijo.
Su vecino Ahmed Radi es más escéptico. Cuenta que pese a las obras en su calle no tiene servicios adecuados de agua y electricidad.
"Dígame qué funcionario aceptaría permanecer siquiera una hora sin agua", reclamó este empleado público de 45 años.
"Llegamos cansados del trabajo. No hay agua, no hay electricidad, ¿hasta cuándo?".
T.Furrer--NZN