La terraza del bar que se derrumbó en Mallorca carecía de licencia
La terraza del bar-restaurante que el jueves pasado se derrumbó en Palma de Mallorca provocando la muerte de cuatro personas, entre ellas dos alemanas y un senegalés, carecía de licencia para operar, informó este martes el alcalde de la ciudad en las turísticas islas Baleares.
Según los informes legales, "la planta cubierta no dispone ni de licencia de actividad ni autorización para ocupar la terraza" del Medusa Beach Club, el local ubicado en la Playa de Palma, zona muy frecuentada por turistas extranjeros, indicó en rueda de prensa el alcalde de Palma de Mallorca, Jaime Martínez Llabrés.
"El informe de obras indica que no hay solicitud de ninguna licencia de obras en la zona del derrumbe", explicó Martínez Llabrés, dando a entender que las reformas acometidas recientemente por el club tampoco habían contado con permiso.
Las probables causas del suceso fueron "un sobrepeso de las obras realizadas y la sobrecarga" de peso en la primera planta del local, en ese momento ocupada por unas 21 personas, detalló el alcalde de Palma de Mallorca, la capital de la isla del archipiélago balear, ya en plena temporada turística.
El jefe de Bomberos de Palma, Eder García, apuntó que efectivamente se habían hecho unos añadidos a la terraza que habían provocado el "sobrepeso" sobre toda la estructura del local, ubicado en primera línea de playa frente al mar Mediterráneo.
La noche del jueves la primera planta del bar-restaurante se desplomó sobre la planta baja, lo que provocó que esta última también se hundiera sobre la subterránea, que fue donde los bomberos encontraron a las víctimas.
Los fallecidos son dos alemanas, un senegalés y una española que trabajaba en el establecimiento, según la policía.
El derrumbe dejó 16 heridos, de los cuales solo queda uno hospitalizado, agregó el alcalde.
En un mensaje publicado en las redes sociales el miércoles, un día antes de la tragedia, el Medusa Beach Club promocionaba su "nueva terraza".
Las islas Baleares, conocidas por sus aguas cristalinas y sus playas paradisíacas, son el segundo destino turístico de España después de Cataluña. En 2023 recibieron más de 14 millones de visitantes extranjeros, según cifras oficiales.
El derrumbe en Mallorca relanzó el debate sobre el incumplimiento de los procedimientos administrativos y las normas de seguridad por parte de algunos establecimientos de ocio en España.
En octubre, trece personas murieron en un incendio en una discoteca frecuentada por latinoamericanos en Murcia, en el sureste de España, un local que tenía orden de cierre desde hacía un año antes por carecer de licencia para operar, una medida que nunca se concretó.
Interrogado sobre la posible desatención del ayuntamiento, el alcalde de Palma de Mallorca afirmó que es imposible "poner un funcionario en cada uno de los 5.000 locales que hay" en la ciudad.
I.Widmer--NZN