Juzgado por terrorismo el líder de la secta en Kenia que incitó a ayunar a sus adeptos
El líder de una secta evangélica de Kenia empezó a ser juzgado este lunes por cargos de terrorismo, a raíz de la muerte de más de 400 de sus seguidores a los que había prometido que conocerían "a Jesús".
Paul Nthenge Mackenzie, un extaxista que se autodenominaba pastor, acudió a un tribunal de Mombasa, a orillas del océano Índico, junto a otros 94 acusados, indicó un periodista de AFP.
Fue detenido en abril de 2023, tras encontrarse 429 cadáveres en el bosque de Shakahola, cerca de la costa keniana del océano Índico, donde Mackenzie predicaba.
Las autopsias revelaron que la mayoría de las víctimas murieron de hambre mientras otros, incluyendo niños, habrían sido estrangulados, golpeados o asfixiados.
Está acusado de haber incitado a sus seguidores a ayunar hasta la muerte para "conocer a Jesús".
Tanto él como el resto de procesados se declararon inocentes de los cargos de terrorismo durante una audiencia celebrada en enero.
También están acusados de asesinato, tortura, crueldad y secuestro en varios casos distintos.
Los macabros hallazgos llevaron al gobierno keniano a plantear la necesidad de establecer mayores controles sobre denominaciones religiosas, en un país con una historia de pastores autoproclamados, que lucha por regular las iglesias y los cultos involucrados en la criminalidad.
Un informe de una comisión del Senado apuntó "fallas" de la policía y del sistema judicial, que no impidieron la actividad del pastor, pese a que había sido detenido varias veces por extremismo.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia también afirmó en un informe en marzo que la policía había ignorado varias advertencias sobre la secta, incluyendo las de una exadepta que pidió ayuda en Facebook en noviembre de 2022.
En marzo, las autoridades empezaron a devolver los cuerpos de las víctimas a sus familiares, tras casi un año de labores para identificarlos a partir del ADN.
El gobierno anunció que el bosque de Shakahola se convertirá en un "lugar de memoria", "para que los kenianos y el mundo no olviden lo que pasó".
F.Carpenteri--NZN