Se acaban los alimentos en Zimbabue debido a una grave sequía
Una capa de arena y una extensión de lodo putrefacto es todo lo que queda del embalse de Kapotesa, que otrora suministraba agua para los cultivos y el ganado en esta parte remota de Zimbabue.
Cerca de allí, la agricultora Georgina Kwengwere camina entre tallos de maíz resecados por la sequía que arrasa su país y tiene a millones de personas necesitadas de ayuda alimentaria.
"No coseché nada después de todo mi trabajo y de utilizar todos nuestros ahorros para comprar semillas", lamentó la mujer de 54 años. "Ni una sola mazorca", agregó.
El embalse de Kapotesa se secó en mayo, dijo Kwengwere. "Solo Dios sabe cómo vamos a sobrevivir hasta la próxima cosecha el año entrante", agregó.
Cuando hay lluvias, el agua del embalse en el distrito nororiental de Mudzi permite a Kwengwere y su esposo cultivar vegetales para alimentar a sus seis hijos, así como vender y comprar ganado o pagar la escuela.
Ahora Kwengwere y otros vecinos deben caminar cinco kilómetros todos los días a una zona comercial de la pequeña localidad de Kotwa en busca de algún empleo que les permita comprar alimentos.
En un día bueno puede ganar hasta tres dólares. En uno malo, regresa de manos vacías a su aldea de Mafuta.
Como la mayoría de los pobladores del distrito de unas 164.000 personas, su familia ahora come solo dos veces por día.
"La mayoría no tenemos comida en nuestras casas", comentó Takesure Chimbu, de 58 años, también de Mafuta. "Sin agua todo se cae", dijo a AFP.
Los casos de desnutrición en Mudzi subieron alrededor de 20% los últimos tres meses, indicó el médico Kudzai Madamombe.
"La comida es bastante cara en el distrito, en especial debido al hecho de que tenemos sequía", indicó, al pedir ayuda gubernamental.
- Papilla nutricional -
Frente a este aumento en la desnutrición, expertos sanitarios de Mudzi crearon una papilla nutricional llamada maworesa, que en el idioma local shona significa "la mejor".
Se elabora con ingredientes baratos de origen local como huevos, habichuelas y frutos de baobab que suministran los mismos pobladores.
La papilla fue creada para cubrir las necesidades nutricionales básicas al incluir carbohidratos, proteína, frutas y vegetales, señaló Madamombe.
"Esto ha ayudado mucho a frenar la desnutrición de la forma más barata posible, asegurando que cada niño en cada familia reciba al menos cuatro grupos de alimentos básicos al menos una vez por semana", agregó.
Zimbabue y las vecinas Malaui y Zambia figuran entre los países de África austral afectados por la desnutrición tras una sequía que, según expertos, se agravó por el fenómeno El Niño.
El presidente Emmerson Mnangagwa declaró en mayo estado de desastre y afirmó que Zimbabue necesita al menos 2.000 millones de dólares para enfrentar la sequía.
Al menos 7,6 millones de personas, casi la mitad de la población, requiere ayuda, dijo la ONU en mayo.
Niños de menos de cinco años y mujeres embarazadas y lactantes son los más afectados.
"Las cosechas no han sido lo que deberían ser", admitió a AFP el jefe de comunicaciones de Unicef en Zimbabue, Yves Willemot. "La mayoría de la gente vive en una situación bastante deplorable, sin acceso a agua y alimento".
A inicios de junio, la ONU pidió a la comunidad internacional aportar 429 millones de dólares para ayudar a Zimbabue a enfrentar la sequía.
"Hasta ahora, salvo por los recursos internos y los recursos de la ONU, no hemos recibido contribuciones", lamentó Willemot.
B.Brunner--NZN