

Musk busca inclinar la balanza a la derecha en corte suprema de Wisconsin
La votación para elegir un nuevo juez de la corte suprema en el estado de Wisconsin, en el norte de Estados Unidos, no debería levantar mucho revuelo, pero en ésta el hombre más rico del mundo busca que gane un candidato conservador.
El magnate de la tecnología Elon Musk, cercano colaborador del presidente republicano Donald Trump, financia la campaña de Brad Schimel a la máxima corte estatal. Si gana, inclinaría la balanza del lado conservador.
La otra candidata es Susan Crawford, vista como una liberal a la que apoyan los demócratas en esta elección por voto popular no partidista que tendrá lugar el martes.
- Distritos electorales -
"La gente no se da cuenta de lo importantes que son estas elecciones", lanzó Musk el domingo por la noche en un mitin en Green Bay, a orillas del lago Michigan.
Con un sombrero con forma de queso, uno de los productos emblema del estado, Musk sostuvo que esta elección determinará en última instancia "quién controla el Congreso".
Musk defendió que solo una corte suprema estatal conservadora podría proteger a distritos electorales pro-Trump de manipulación y fraude.
Trump ganó Wisconsin, un estado bisagra en 2024, pero sus distritos electorales podrían ser redistribuidos antes de las próximas legislativas de medio mandato en noviembre del próximo año.
En Elkhorn, una pequeña ciudad en el sur del estado, Crawford criticó a Musk. "Gastó más de 25 millones (de dólares), y la suma aumenta todos los días", aseguró la candidata. "Trabaja como la mano derecha no electa del presidente. Él tiene una agenda", sostuvo.
La presencia de Musk en los asuntos de Wisconsin parece provocar tanta resistencia como apoyo.
El ingeniero eléctrico jubilado Rob Patterson, de 65 años, acudió al mitin de Crawford con una pancarta que muestra a Musk haciendo un saludo con el brazo recto. "Oye idiota, nuestra corte suprema no está en venta", reza.
"Es como un elefante en una cristalería. No tiene idea de lo que hace", se quejó Patterson.
- "No le responde a nadie" -
En tiempos normales, estos comicios no llamarían la atención más allá de las fronteras de Wisconsin, pero con el jefe de Tesla y SpaceX de por medio, cobran importancia nacional.
Musk invirtió en la campaña presidencial de Trump 277 millones de dólares, quien en su regreso a la Casa Blanca le retribuyó nombrándolo al frente de una agencia de recortes presupuestario llamada Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
En pocas semanas, Musk despidió o licenció a decenas de miles de empleados del gobierno, canceló la ayuda exterior y empezó a desmantelar varias agencias federales.
Afuera de un supermercado en Elkhorn, la maestra jubilada de 70 años Linda Suskey dice que su voto será por Crawford para mantener el equilibrio en la corte suprema.
"Él (Musk) usa su dinero para obtener lo que quiere, que es más dinero" dijo a la AFP.
"Creo que ya obtuvo mucho poder, y no le responde a nadie. Y sí, él solo controla las cosas para hacer a los ricos más ricos".
Pero no todos piensan igual. Votantes republicanos como Matt Edler, de 60 años, considera que el trabajo de DOGE es "magnífico".
"Elon Musk fue nombrado (...) por el presidente para hacer esto. Si no fuera él sería otro, pero creo que sus acciones están justificadas", opinó.
- "Jueces activistas" -
Sin embargo, Edler aún no está seguro de votar el martes y dice no estar al tanto de lo que Musk hace para que Schimel le gane a Crawford.
Aparte de donaciones de campaña a Schimel, Musk prometió dos cheques de un millón de dólares cada uno como premio a votantes que participen en estas elecciones judiciales.
De forma similar, en la campaña presidencial Musk dijo que daría un millón cada día a un votante que se registrara en algún estado bisagra, claves para la victoria de Trump.
Por medio de su organización política, Musk también ofreció 100 dólares a votantes que firmaran su petición contra "jueces activistas" en Wisconsin.
Crawford lo acusó entonces de buscar comprar un escaño en la corte suprema estatal con el fin influir en los juicios a favor de sus empresas.
Tesla impugnó una ley de Wisconsin que prohíbe a los fabricantes de automóviles poseer sus propios concesionarios. Un caso que bien puede terminar ante esa instancia judicial.
P.Gashi--NZN