Escalante presenta en Cannes un cóctel de violencia, redes sociales y fama en México
Filmar la violencia desde un ángulo "más crudo". Esto es lo que busca el cineasta mexicano Amat Escalante con sus películas, como en "Perdidos en la noche", donde mezcla gente famosa, redes sociales y la industria minera para contar la tragedia de los desaparecidos.
En el filme, presentado en Cannes fuera de competición, Emiliano, un joven con trabajos precarios, busca desesperadamente a su madre, una maestra opuesta a una explotación minera que desapareció unos años antes.
El protagonista está dispuesto a todo para encontrar su paradero, incluso trabajar en casa de una familia de artistas famosos que, según él, están involucrados en el crimen.
Con unas imágenes muy cuidadas, estilizadas, pero que muestran directamente la violencia, Escalante desarrolla la historia entre esa familia adinerada y Emiliano, en forma de thriller.
"Hay una forma que es más común en el cine de filmar violencia y creo que lo que yo intento es aproximarme desde otro ángulo más crudo, un ángulo desde el que no estamos tan acostumbrados a ver el acto de la violencia cuando sucede", dice el cineasta en una entrevista esta viernes con la AFP.
A diferencia de Hollywood, donde es más cuestión de emoción, añade, "para mí la violencia es más bien lo opuesto a estar exaltado. Es muy triste y me interesa mostrarla de esa manera más honesta".
Escalante vuelve a Cannes, una década después de haber competido por la Palma de Oro con "Heli", que cuenta la historia de una adolescente que se enamora de un joven policía implicado en un caso de desvío de dinero. Se llevó el premio a la mejor dirección.
- "Ilusión óptica" -
El cineasta empezó a pensar en "Perdidos en la noche" a partir del caso de Ayotzinapa, en el que desaparecieron 43 estudiantes en 2014. Aunque pasó el tiempo e hizo otro filme entremedio, siguió con la idea.
Está rodada en el estado de Guanajato (centro), uno de los más violentos del país, y donde reside el propio Escalante.
En "Perdidos en la noche", la familia rica que acoge a Emiliano se mueve en los círculos artísticos: ella es una cantante famosa y él un polémico artista que ha trabajado con cadáveres.
Retratar a esta familia le interesaba para mostrar a unas personas de las que jamás se pensaría que tienen algo que ver con esta violencia.
Pero, en su opinión, todo el mundo está involucrado, aunque "es fácil pensar que somos ajenos a eso". "Somos parte de este sistema y hay que cuestionar por qué no está funcionando", insiste el cineasta, de 44 años.
Como creador mexicano, Escalante también se pregunta si es legítimo hablar de la violencia y utilizarla, en cierta manera, como motivo de inspiración, en un país como el suyo.
"Siento que hay una cierta responsabilidad de hablar de unos temas (de violencia), pero a la vez estás usando esos temas", dice el director, nacido en Barcelona pero de nacionalidad mexicana. "Me interesó esa contradicción, esa incomodidad de usar la tragedia como aparato narrativo, de inspiración".
Las redes sociales también tienen un papel importante en la historia. Aunque para Escalante no son peligrosas sí que suponen un medio nuevo del que no sabemos las consecuencias.
"Es algo muy nuevo, muy potente, que aún tal vez no dimensionamos por completo", advierte. Al otro lado de las pantallas, "hay mucha ilusión óptica, una realidad alterna, en la que a veces uno se puede perder".
O.Hofer--NZN