Bellocchio cuestiona en Cannes a la Iglesia católica con "Rapito"
Steven Spielberg se había interesado por el caso, pero fue finalmente el italiano Marco Bellocchio quien rodó la película. "Rapito" es la crónica de un caso verídico, el secuestro de un niño judío para educarlo como católico, por orden papal.
El cineasta italiano de 83 años reabre una página oscura del antisemitismo de la Iglesia con una película que compite por la Palma de Oro y que fue presentada en la noche del martes.
"El secuestro" narra el caso de Edgardo Mortara, nacido a mediados en 1851 en una familia de la comunidad judía de Bolonia.
Fue supuestamente bautizado en secreto por una sirvienta y por ello, por orden papal, arrebatado a sus padres en 1858, a los siete años, para educarlo en la fe católica.
El papa Pío IX era por entonces soberano de Bolonia, antes de que estallara el movimiento nacionalista que reunificó Italia.
Bellocchio es uno de los nombres importantes del cine italiano, y a lo largo de décadas de carrera ha abordado otros episodios negros de la historia de su país, como la reciente miniserie "Exterior noche", sobre el terrorismo de extrema izquierda de las Brigadas Rojas, o la lucha antimafia con "El traidor".
- Secuestro en nombre de la Iglesia -
"Este es un episodio importante en la historia italiana porque es uno de los últimos secuestros llevados a cabo en nombre de la Iglesia", dice Bellocchio, cuya película denuncia tanto la infalibilidad del dogma como el proselitismo.
"Las fuerzas liberales y progresistas denunciaron la barbaridad del caso, que causó un gran escándalo en todo el mundo", añade el cineasta, seleccionado más de una docena de veces en Cannes y que fue miembro del jurado en 2007.
A modo de fresco histórico, la película retrata la lucha de la familia Mortara contra la Iglesia para recuperar al pequeño Edgardo.
Con la revolución nacionalista, las autoridades seculares del país llegaron a denunciar al antiguo inquisidor de la ciudad, organizador del secuestro.
Además del aspecto político, hay un drama íntimo que desgarra en esta familia que sufre los vaivenes del Risorgimento, el proceso de unificación del país.
El propio Edgardo vivirá luego traumatizado entre la fidelidad a su familia y al catolicismo. Se convertirá en sacerdote, nunca abandonará las órdenes e intentará hasta el final convertir a su madre.
- Las similitudes con la guerra en Ucrania -
El caso, que también muestra el antisemitismo del Papa Pío IX, interesó a Steven Spielberg, el director de "La lista de Schindler", que pensaba en Mark Rylance para el papel del Papa.
Bellocchio ha denunciado incansablemente a las instituciones y a la Iglesia, pilar de la sociedad italiana, especialmente en 2002 con "La sonrisa de mi madre", presentada en Cannes.
Cuando la AFP le preguntó sobre las resonancias entre el secuestro contado en la película y los de los niños ucranianos en Rusia desde la invasión, Bellocchio dijo que estaba "muy impresionado", si bien "Rapito" fue pensado como proyecto mucho antes de esta guerra.
"Es política o religión, pero en ambos casos hay violencia objetiva", razona.
F.E.Ackermann--NZN