Una exposición en Moscú transforma la guerra en arte de exaltación patriótica
Ucrania, 2023. Soldados rusos posan con sus kaláshnikov ante una ciudad en ruinas. Frente a ellos, la luz destaca a una joven con una gran bandera y un chaleco antibalas con una "Z", símbolo del apoyo a la ofensiva.
Ese retrato colectivo, que pretende ser épico, abre la nueva exposición "Somos rusos, Dios está con nosotros", que reúne en Moscú imponentes pinturas patrióticas en la tradición del realismo de la época zarista, y luego soviética, y pretende galvanizar los ánimos en pleno conflicto en Ucrania.
"Quédense ahí, junto a ese cuadro que muestra que nuestra victoria será definitiva", exclama un hombre de bigote a unos 40 niños con uniforme negro, alumnos de una escuela militar que visitan la exposición en un paseo escolar.
En medio de los alumnos está Vasili Nesterenko, de 56 años, un pintor realista contemporáneo ruso cubierto de honores por Vladimir Putin. Él es el autor del cuadro.
Antes de tomarse una foto sonriendo con los futuros soldados, el pintor de cabellos blancos y rostro sereno conversa con los niños y les dice: "Ser militar es de por vida, igual que para los artistas".
Hasta el 25 de junio, la gran sala del Manege, cercana a la emblemática Plaza Roja, exhibirá un centenar de pinturas de Nesterenko, incluidos varios cuadros monumentales que celebran las hazañas del ejército ruso a lo largo de los siglos.
En momentos que el ejército lucha en Ucrania, el Kremlin fomenta enérgicamente las obras de arte que exaltan el heroísmo bélico y la idea de un conflicto defensivo contra Kiev y sus aliados. Paralelamente, reprime a los artistas disidentes.
Directores de instituciones culturales públicas, que habían optado por no pronunciarse sobre el conflicto, han perdido sus puestos los últimos meses. El Estado exige ahora pruebas de lealtad.
- Guerras eternas -
Nesterenko ha dado abundantes pruebas.
Nacido en 1967 en Ucrania, se dio a conocer con sus pinturas religiosas. Decoró parte de la Catedral de Cristo Salvador en Moscú y, más recientemente, una gran iglesia dedicada a las fuerzas armadas rusas, inaugurada en 2020.
Desde 2004, Nesterenko ostenta el título de "Artista del Pueblo" ruso, un honor que proviene de la era soviética, y tiene importantes funciones oficiales en el ámbito cultural.
"Cuando las armas comienzan a hablar, no puedes quedarte callado", declaró Nesterenko a AFP.
El pintor pasó una temporada al lado de las fuerzas rusas en Ucrania y Siria para nutrir sus cuadros, llenos de detalles. En su exposición, algunas obras muestran las ruinas y las víctimas civiles, mientras otras destilan cierta sencillez.
Un ejemplo es la "Carta a los adversarios de Rusia", que retrata a hilarantes soldados rusos escribiendo una carta durante la intervención en Siria, un pastiche de un famoso cuadro del maestro ruso Iliá Repin (1844-1930) en el que cosacos escriben al sultán otomano.
"Mis pinturas militares históricas son benévolas, optimistas, no muestran lo negro de la oscuridad, como las de Goya", comentó Nesterenko.
¿Aunque eso signifique mostrar la guerra como una bendición para Rusia?
"Todas las guerras han obligado a nuestro país a unirse, a concentrarse y responder. No tenemos otra historia. Siempre hemos tenido la guerra, sea contra los mongoles, los polacos, los suecos, los franceses y muchas veces contra los alemanes", respondió.
Como indica el Kremlin, la exposición muestra la historia rusa como una sucesión necesaria de episodios militares gloriosos. Uno de los cuadros expuestos celebra la anexión de Crimea en 2014. Otros son de paisajes o escenas bíblicas.
Nesterenko defiende una pintura figurativa clásica europea que él considera gravemente amenazada, una opinión que recuerda el discurso del poder ruso sobre la supuesta decadencia de la cultura occidental.
"Creo que pronto llegará la hora en que su cultura, su arte y su religión solo se amarán aquí (Rusia)", afirma el pintor, quien viaja con frecuencia a Europa a visitar museos.
P.E.Steiner--NZN