Desconfianza en los medios de información tradicionales en el este de Ucrania
"¿Leer un periódico? ¿Para qué?". Nina, de 24 años, se sorprende con la pregunta porque, como muchos en el este de Ucrania, desconfía de los medios tradicionales y sigue la guerra a través de Telegram y grupos informales en línea.
En esta región, donde hay combates desde 2014, reina la desconfianza hacia la comunicación de ambas partes, tanto rusos como ucranianos, y a los medios asociados con cada bando.
Nina tiene un pequeño café frente a un centro comercial en Kramatorsk, una gran ciudad ubicada a 30 kilómetros del frente y golpeada con frecuencia por ataques rusos.
"La información está en cuentas de Instagram vinculadas a los canales de Kramatorsk y en Telegram", asegura, mencionando también la red social TikTok.
"No me voy a sentar a ver la televisión o a ir a una web específica para leer lo que hay allí", dice Nina, mientras prepara un café para un soldado ucraniano.
Para las noticias locales lee dos canales de Telegram en ruso y también sigue chats privados donde los residentes intercambian información y consejos.
Los dos canales de Telegram que menciona, "Kramatorsk típico" y "Me gusta Kramatorsk", tienen 107.000 y 57.000 suscriptores, respectivamente.
Petro, de 56 años, es de otra generación, pero también se ha alejado de los medios tradicionales.
"Veo principalmente Youtube (...) Creo que la televisión ya no es relevante", dice este residente de Kramatorsk, que conduce un camión del ayuntamiento lleno de azulejos, rotos en un bombardeo reciente.
Dmytro, un camarero de 16 años, también se informa en canales de Telegram de noticias locales. "Solo veo la verdad sobre Kramatorsk aquí, confío en ellos".
Telegram apenas modera los contenidos y muchos canales publican información no verificada y sin fuentes.
El canal "Me gusta Kramatorsk" transmite información sobre disparos en la ciudad o animales perdidos, pero también mensajes con sesgo político.
- "Nada es blanco o negro" -
El administrador del canal "Me gusta Kramatorsk", que se llama Nikita, envió un largo mensaje a AFP para explicar su posición.
"Los residentes de la ciudad ayudan, me envían contenido, solo lo estoy publicando", dijo, asegurando defender "la libertad de expresión y la democracia" que, según él, "no existe en Ucrania".
También afirma querer proteger los derechos de los "rusos étnicos" de Kramatorsk, una ciudad situada en una región de habla rusa donde la promoción del idioma ucraniano liderada por Kiev es mal percibida por algunos residentes.
"Nada es blanco o negro. Nada es tan simple. Y por eso la gente me leen", dice.
Nikita dice no apoyar a Rusia y se presenta como "ruso étnico", un concepto sin base científica que forma parte del discurso del Kremlin sobre Ucrania.
Bogdan Novak, un periodista en Kramatorsk para el sitio web Pro100, dice estar sufriendo la desconfianza de los habitantes.
"Trato de traerles información confiable, pero no me creen", lamenta este hombre de 33 años que se ve obligado a tener un segundo trabajo para sobrevivir económicamente.
Según él, los habitantes recurren a formatos cortos y más fáciles de consultar en Telegram o en las redes sociales. "Tienen una necesidad urgente de información", señala.
Después de los bombardeos, la gente quiere saber dónde "se cortó el agua, la electricidad y dónde se distribuirá la ayuda humanitaria", dice Bogdan. "Y eso es todo. No necesitan más información".
R.Bernasconi--NZN