El norirlandés Kenneth Branagh, por fin recompensado con el Óscar
Con su acento distinguido y sus innumerables adaptaciones de Shakespeare, Kenneth Branagh aparece a ojos de muchos como el inglés prototípico. Fue necesaria "Belfast", película homenaje a su ciudad natal, de la que huyó siendo niño, para recordarle al mundo que es norirlandés.
El actor y director de 61 años ganó el domingo el premio al mejor guión original en los Óscar, el primero en ocho nominaciones -en un récord de siete categorías diferentes- por esta película que narra el estallido del conflicto entre protestantes y católicos en Irlanda del Norte a finales de los años 1960 a través de los ojos de Buddy, un niño de nueve años.
"Nunca olvidaremos a todos los fallecidos en la desgarradora y conmovedora historia humana de esa increíble ciudad de Belfast, en la fabulosa isla de Irlanda", dijo Branagh al aceptar su premio.
"Como alguien que estaba en su pequeña casa viendo imágenes de televisión en blanco y negro de los Premios de la Academia en su familia de clase trabajadora en el norte de Belfast, venir y estar aquí es realmente muy significativo", dijo más tarde a los periodistas entre bastidores.
Branagh era candidato también al Óscar a mejor director y "Belfast" a mejor película, así como a mejor actor y actriz de reparto, entre otras nominaciones.
Nacido el 10 de diciembre de 1960 en el seno de una familia protestante de Belfast, se trasladó con su familia a Inglaterra con nueve años para huir del conflicto que desgarró esa región británica durante tres décadas.
Su familia se estableció en Reading, al oeste de Londres.
En noviembre, con motivo del estreno de la película, Branagh explicó que la idea le surgió a raíz "del silencio que muchos de nosotros hemos experimentado" con los confinamientos impuestos por la pandemia.
Pero el director británico se basó principalmente en su experiencia de "otro confinamiento", el de un niño protestante que creció en Belfast con vecinos católicos y "la calle atrincherada por ambos lados".
Así, "Belfast" empieza con una escena de violencia callejera en el verano de 1969, cuando militantes protestantes atacan a familias católicas para expulsarlas de las calles donde las dos comunidades habían convivido tanto tiempo.
- Shakespeare -
Gracias a esta película, toda una carta de amor a su ciudad natal, Branagh se alza con una recompensa que se le había escapado durante muchos años.
Nominado por primera vez por la prestigiosa Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en 1990 por su adaptación a la gran pantalla de "Enrique V" de Shakespeare, fue aclamado como el "nuevo Laurence Olivier", actor y director inglés fallecido el año pasado que adaptó la misma obra en 1944.
En 1984, Branagh, que formó parte de la Real Academia de Arte Dramático, ya había sido aclamado en el teatro por su papel de Enrique V en la obra del mismo nombre.
A los 19 años, escribió a Laurence Olivier para pedirle consejo antes de aceptar el papel que el actor había interpretado antes que él. "Pruébalo y dite a ti mismo que todo irá bien", respondió el maestro.
En 2012, el que entonces era considerado el mejor actor británico de su generación fue nominado al Óscar al mejor actor de reparto, reencarnando a su modelo Olivier en "Mi semana con Marilyn", de Simon Curtis.
- Acento irlandés -
También fue nominado al Óscar en 1996 al mejor guión adaptado por "Hamlet", un drama de cuatro horas en el que fue guionista, director y actor principal.
Se hizo asimismo un nombre en la televisión. Como productor de la serie "Wallander", en la que interpreta a un detective sueco, Branagh ganó el premio británico BAFTA a la mejor serie y al mejor actor en 2009.
Tampoco su vida privada escapó a los focos. Estuvo casado de 1989 a 1995 con la actriz británica Emma Thompson, con quien compartió pantalla en varias películas.
Desde 2003 está casado en segundas nupcias con la directora de arte Lindsay Brunnock.
En 2012, fue nombrado caballero y recibió el título de "Sir Kenneth" de manos de la reina Isabel II por su contribución a la industria cinematográfica británica, así como por su trabajo con la comunidad norirlandesa.
Tras perder su acento irlandés de niño porque "no quería llamar la atención" en Inglaterra, ahora afirma haberse dado cuenta de que el teatro y el cine son una forma de reencontrarse con sus raíces.
En las entrevistas para promocionar su última película, retomó con facilidad su acento de Belfast, subrayando que se siente irlandés, no inglés.
R.Schmid--NZN