Zürcher Nachrichten - Cuando la desinformación imita el fact-checking para engañar mejor

EUR -
AED 4.100113
AFN 77.023391
ALL 99.447336
AMD 432.838798
ANG 2.014767
AOA 1036.468947
ARS 1074.711254
AUD 1.636359
AWG 2.00931
AZN 1.92827
BAM 1.957305
BBD 2.257155
BDT 133.59389
BGN 1.965384
BHD 0.42068
BIF 3230.523246
BMD 1.116283
BND 1.443523
BOB 7.725007
BRL 6.061866
BSD 1.117969
BTN 93.496501
BWP 14.707659
BYN 3.658545
BYR 21879.148453
BZD 2.253342
CAD 1.512678
CDF 3204.849171
CHF 0.945843
CLF 0.037658
CLP 1039.103456
CNY 7.8899
CNH 7.892758
COP 4648.481834
CRC 579.080293
CUC 1.116283
CUP 29.581502
CVE 110.791537
CZK 25.09505
DJF 198.385833
DKK 7.459342
DOP 67.201269
DZD 147.957368
EGP 54.174306
ERN 16.744246
ETB 128.657351
FJD 2.453423
FKP 0.850115
GBP 0.840299
GEL 3.047465
GGP 0.850115
GHS 17.524653
GIP 0.850115
GMD 76.468857
GNF 9658.645645
GTQ 8.64172
GYD 233.81355
HKD 8.700707
HNL 27.731566
HRK 7.589621
HTG 147.324568
HUF 394.065769
IDR 16940.712088
ILS 4.213405
IMP 0.850115
INR 93.347554
IQD 1462.33084
IRR 46987.14472
ISK 152.305694
JEP 0.850115
JMD 175.63501
JOD 0.791107
JPY 159.436514
KES 144.00081
KGS 94.074773
KHR 4543.271796
KMF 492.672047
KPW 1004.654143
KRW 1482.736164
KWD 0.3404
KYD 0.931512
KZT 535.361582
LAK 24653.111884
LBP 100018.964577
LKR 340.294632
LRD 216.83831
LSL 19.529721
LTL 3.296094
LVL 0.675228
LYD 5.325093
MAD 10.841334
MDL 19.50581
MGA 5036.894411
MKD 61.664335
MMK 3625.643914
MNT 3793.12987
MOP 8.973393
MRU 44.333165
MUR 51.204203
MVR 17.14598
MWK 1937.867679
MXN 21.522362
MYR 4.699547
MZN 71.274774
NAD 19.535528
NGN 1831.060868
NIO 41.137015
NOK 11.702609
NPR 149.612347
NZD 1.786209
OMR 0.429724
PAB 1.117969
PEN 4.180462
PGK 4.438412
PHP 62.045802
PKR 310.92129
PLN 4.272947
PYG 8726.786438
QAR 4.075633
RON 4.974608
RSD 117.069099
RUB 102.892984
RWF 1505.388617
SAR 4.18887
SBD 9.288327
SCR 15.203375
SDG 671.44267
SEK 11.337749
SGD 1.441813
SHP 0.850115
SLE 25.504058
SLL 23407.892397
SOS 638.896842
SRD 33.324404
STD 23104.806079
SVC 9.781519
SYP 2804.694667
SZL 19.535619
THB 37.004871
TJS 11.882003
TMT 3.906991
TND 3.375641
TOP 2.623048
TRY 37.953999
TTD 7.59799
TWD 35.642385
TZS 3041.24574
UAH 46.326211
UGX 4151.228228
USD 1.116283
UYU 45.925303
UZS 14242.075436
VEF 4043794.116249
VES 40.994414
VND 27438.238213
VUV 132.52737
WST 3.12276
XAF 656.485163
XAG 0.03591
XAU 0.000431
XCD 3.016811
XDR 0.828544
XOF 656.461621
XPF 119.331742
YER 279.433556
ZAR 19.537637
ZMK 10047.88601
ZMW 29.093234
ZWL 359.442698
Cuando la desinformación imita el fact-checking para engañar mejor
Cuando la desinformación imita el fact-checking para engañar mejor / Foto: Fadel Senna - AFP

Cuando la desinformación imita el fact-checking para engañar mejor

La desinformación y la propaganda política a menudo son difundidas con recursos que imitan y distorsionan los códigos del periodismo de verificación -o "fact-checking"-, lo cual aumenta la confusión en la guerra de la información que ha quedado en evidencia durante el conflicto en Ucrania.

Tamaño del texto:

A primera vista, "WarOnFakes" parece un sitio de fact-checking como cientos de otros, muchos de los cuales pertenecen a medios de comunicación conocidos. El sitio ruso, replicado en redes sociales por algunas cuentas oficiales de autoridades rusas, afirma "no ser político", sino proporcionar "información imparcial sobre lo que ocurre en Ucrania".

Utiliza por ejemplo capturas de pantalla etiquetadas con alertas de "FAKE" o flechas y círculos en las fotos. Todos estos son códigos de fact-checking, un formato especializado de la verificación de contenido público. Pero varios artículos llaman la atención, como el que dice: "Falso: un hospital de maternidad atacado en Mariúpol".

Mediante el uso (equivocado) de un programa informático de geolocalización, el texto pretende demostrar que un hospital de maternidad en esa ciudad ucraniana no fue atacado, con lo que contradice los relatos de los testigos y las imágenes publicadas en la prensa internacional tras el bombardeo del 9 de marzo pasado en contra del hospital pediátrico.

Sin pruebas, el texto afirma que el ataque no fue más que un "montaje" de los ucranianos y se hace eco de la retórica del Kremlin.

Como una forma de aumentar la confusión, el sitio también denuncia contenidos desinformativos "reales" que pueden ser desfavorables para Rusia. Es el caso del video de una niña que se enfrenta a un soldado, compartido por los usuarios como si mostrara a una niña ucraniana encarando a un ruso. En realidad, se trata de una niña palestina que enfrentó a un militar israelí en 2012.

- Moneda de cambio -

El uso indebido del fact-checking no se inicia con este conflicto. Los equipos de AFP ya han detectado varios ejemplos similares en Etiopía, Brasil y China, entre otros.

El perfil de "Verdade dos Fatos" en Twitter, por ejemplo, se propone "comprobar" el contenido publicado por las agencias de verificación, autodenominándose como "el primer fact-checking de fact-checking en Brasil". Al afirmar que se basa en información "pública y notoria", la cuenta contradice información difundida por instituciones nacionales e internacionales fiables.

"El fact-checking se está convirtiendo en una moneda de cambio" en la guerra de la información, destaca Pascal Froissart, profesor e investigador de comunicación en la Universidad de París-8.

"Desde un punto de vista estratégico, es muy eficaz", continúa, y sostiene que "esta comprobación partidista de los hechos es practicada abiertamente por los partidos políticos en las democracias".

En Ucrania en particular, "vemos el apogeo de esto con todo un proceso de reescritura, que llega hasta el revisionismo histórico, reinventando los hechos", asegura.

La comunicación se ha reapropiado de "todos los formatos periodísticos", y "lo mismo ocurre hoy con el fact-checking, porque tiene la capacidad de convencer", añade Laurent Bigot, de la Universidad de Tours.

"Es una herramienta que tiene la ventaja añadida de decirle a la gente 'lo que te han dicho no es verdad, pero lo que decimos nosotros sí'", explica el profesor e investigador de periodismo.

- Credibilidad -

"Lo que están haciendo los 'falsos' fact-checkers es robar la credibilidad del concepto, imitando sus métodos", señala Peter Cunliffe-Jones, investigador de la Universidad de Westminster, en Londres, y uno de los responsables de la International Fact-Checking Network (IFCN), que agrupa a medios especializados, entre ellos la AFP.

La verificación de imágenes es una "fuente de información de confianza, por lo que es muy fácil utilizar este 'atajo' de credibilidad para abusar de esa confianza", comenta Anne Kruger, directora en Asia-Pacífico de First Draft, una ONG de combate a la desinformación.

En una época en la que los medios de comunicación son muy criticados, en la que los límites entre periodismo, opinión y comunicación son difusos, "resulta confuso para el público, que tiene aún más dificultades para orientarse", afirma Laurent Bigot.

Entonces, ¿cómo orientarse en este escenario?

Lo que importa es la fuente, coinciden los expertos, que señalan la importancia de la educación mediática desde una edad muy temprana: ¿Qué organización ha producido la verificación y quién la financia, por ejemplo?

"Por un lado, vemos garantías de metodologías rigurosas que no tienen más motivación que la de informar, mientras que, por el otro lado, nos encontramos con una especie de señuelo", dice también Laurent Bigot.

Peter Cunliffe-Jones insiste en el cumplimiento de los códigos de prácticas de fact-checking, como los de la IFCN.

"Lo principal es la transparencia de la organización que realiza el fact-check, la metodología utilizada y el aporte de pruebas verificables", resume.

P.E.Steiner--NZN