Benoît Magimel, un actor comprometido con un cine "cada vez más difícil de hacer"
El francés Benoît Magimel protagoniza y lleva el peso de la última película del español Albert Serra, "Pacification", candidata a la Palma de Oro en Cannes, ejemplo de un cine "cada vez más difícil de hacer", cree el actor.
A lo largo de más de tres décadas de carrera, "vives experiencias extraordinarias, con cineastas de gran talento (...) y este tipo de cine es cada vez más difícil de hacer", explicó el actor de 48 años en entrevista este viernes, un día después del estreno de "Pacification".
Benoît vive un momento profesional particularmente dulce, con dos películas en Cannes, "Pacification" y "Revoir Paris".
La película de Serra se sitúa en la Polinesia francesa, y Magimel interpreta al máximo representante francés en ese archipiélago, que debe averiguar si los ensayos nucleares serán reanudados en ese territorio de ultramar.
Serra es un director conocido y premiado en Cannes, autor de una manera de rodar muy particular.
"No mira lo que hace, prepara una situación, instala las cámaras... y no hay texto, no hay diálogos. Hay situaciones que evolucionan, que se crean a medida que se filman. Hay una libertad para un actor bastante excepcional", describe Magimel.
El papel que le tocó interpretar "es un personaje que cae bien, es divertido, tiene sabor, es múltiple", añadió.
"Pacification" se rodó durante el confinamiento por el covid en Tahití, en seis semanas. Su financiamiento fue complicado, recuerda Magimel. "Estar en Cannes es esencial porque le da a la película una plataforma", añadió.
Como espectador, sin embargo, el intérprete reconoce que la película es compleja. "Tiene muchas lecturas. Necesita reflexión".
- Un momento dulce -
Magimel también presentó en Cannes "Revoir Paris", de Alice Winocour, una reflexión sobre los atentados de 2015 en la capital francesa.
Y acaba de ganar un César a la mejor interpretación masculina por "De son vivant", en la que interpreta a un actor aquejado de cáncer.
Plantearse nuevos retos podría ser difícil, pero el secreto es no planear nada por anticipado.
"Nunca tengo un plan específico. No sé lo que me gustaría hacer. Todo esto es extraordinario... Luego te preguntas qué hacer para volver a encontrar un papel que sea tan interesante", medita.
"Estoy en una edad magnífica y para un hombre, los cuarenta son magníficos. Hay muchas posibilidades", asegura.
Magimel empezó como actor a los 13 años, con "La vida es un largo río tranquilo" (1988) y en 2001 se alzó con el premio a la mejor interpretación masculina en Cannes con "La pianista", junto a Isabelle Huppert, dirigida por Michael Haneke.
Muchos cineastas europeos siguen acudiendo a Francia para hacer realidad sus proyectos. "Hay que seguir peleando (...) para mantener partes de mercado" pero no hay que rehuir las plataformas televisivas, cree Magimel.
"No sirve de nada rechazarlo todo. Hay que hallar un equilibrio. El problema es que con el covid, hemos adquirido malos hábitos", reflexiona.
A.Weber--NZN