Bailando a orillas del Nilo en un festival "inmoral" en Uganda
A orillas del Nilo, la música embriaga a los miles de asistentes del festival Nyege Nyege en Uganda que colgó el cartel de entradas agotadas después de un intento de prohibir el evento por "inmoral".
La indignación pública forzó a las autoridades de Uganda a levantar la prohibición contra este festival de cuatro de días que, según ellas, promovía el sexo, la homosexualidad y el consumo de drogas.
La controversia saltó a la prensa internacional y, según los organizadores, a la postre promovió más la venta de entradas, que terminaron agotadas.
Algunos de los asistentes al festival, que reúne artistas de toda África y termina el domingo, dijeron a AFP que descubrieron el evento gracias a la prohibición anunciada a principios de mes.
"Me enteré del festival cuando el gobierno de Uganda lo prohibió alegando que promovía la inmoralidad", explica el ingeniero británico David Kempson.
El londinense de 31 años nunca había estado en África pero la noticia lo llevó a reservar un vuelo y viajar a las espectaculares cataratas de Itanda, para reunirse con otros 12.000 asistentes, incluidos 5.000 turistas.
"Es mi primera vez en África. No esperaba tanto: la enorme presencia de aficionados, la vegetación, las cascadas, la hospitalidad", dice Kempson.
Es la segunda vez que el festival afronta una prohibición. En 2018, el antiguo ministro ugandés de Ética, Simon Lokodo, abiertamente homofóbico, lo describió como una orgía de homosexualidad, desnudez y drogas similar a una "adoración al diablo".
Pero la prohibición tampoco se mantuvo entonces ante la indignación en redes sociales.
Esta vez, el intento de cancelación se ha convertido en una publicidad involuntaria para el festival, dicen sus organizadores.
"Nos dirigimos a unas cifras mucho más elevadas de lo que nunca anticipamos", dice el cofundador Arlen Dilsizian sobre la venta de entradas.
El veto "aumentó el vigor y el interés en el festival", atrayendo a espectadores de Estados Unidos, China, Europa y Oriente Medio, dice.
- Sin pruebas de orgías -
El festival, que se ha trasladado a una ubicación más grande y al aire libre este año, empezó en 2015, pero estuvo en pausa desde 2020 por la pandemia.
Nyege Nyege significa un deseo irresistible de bailar en luganda, el idioma local, pero también puede tener connotaciones sexuales en otras lenguas de la región.
Aunque Dilzanian insiste en que "nadie que haya hecho acusaciones ha presentado evidencias de orgías sexuales", el festival se celebra bajo una rígida seguridad después de una directiva del gobierno contra el "contrabando, las drogas, el lenguaje vulgar, las canciones, las expresiones y los gestos".
El ministro de Información, Chris Baryomunsi, advirtió previamente que si había infracciones graves como "orgías sexuales y desnudez", la policía intervendría en el evento y dispersaría el lugar.
La presencia de una furgoneta policial con cámaras de sensores y un dron teledirigido no perturba a los espectadores, decididos a gozar del bullicio y la posibilidad de ver célebres músicos como el camerunés Eko Roosevelt, de 80 años.
"Cuando vengo a Nyege Nyege, me libero, conozco gente de toda África y más allá, reímos, bailamos y el estrés desaparece", dice Pamela Nyinabangi, de 27 años, propietaria de un salón de belleza en la capital Kampala.
Otro asistente, el empresario keniano Isaac Odwor, destaca que el festival es "el único evento donde se da tanto protagonismo a la música africana y podemos interactuar con músicos y artistas".
- "Festival único" -
La edición de este año ocurre en un marco de crisis económica en el país, con los precios de bienes básicos como el combustible y la comida disparados en relación con la guerra en Ucrania.
Desde vendedores de comida callejera hasta creadores de joyas hechas a mano, muchos ugandeses esperan que el festival mejore su situación con la llegada de turistas que se dan un chapuzón en el Nilo o practican rafting.
Después de celebrar la primera edición internacional de Nyege Nyege en París este año, los organizadores quieren llevar el evento a Camerún en 2023.
"Es un festival único", dice el turista británico Tom Uragallo a AFP. "Puedes ir a bañarte en el Nilo por la mañana y luego bailar toda la noche hasta la madrugada".
P.E.Steiner--NZN