Alemania y Bélgica en modo supervivencia, Frappart la pionera
Una es tetracampeona del mundo, la otra semifinalista en 2018: amenazadas, Alemania y Bélgica se juegan su continuidad en el Mundial-2022 el jueves en Catar, donde la árbitra francesa Stéphanie Frappart se convertirá en la primera mujer en dirigir un partido de Mundial masculino.
Un día después de la clasificación de la Argentina de Leo Messi, de la sorprendente Australia y de la Polonia de Robert Lewandowski, cuatro nuevos boletos para octavos de final se ponen en juego. Y no se descartan más sorpresas en las cuatro llaves que restan por resolverse antes del final de la primera fase el viernes.
Vencedores de los belgas el domingo, Marruecos está bien situado para regresar a octavos de final de un Mundial por primera vez desde 1986. Será cosa hecha en caso de empate o victoria contra los canadienses, ya eliminados, y que hasta el momento se han mostrado inofensivos.
Por parte alemana, después de la derrota inaugural ante Japón (2-1), el empate, con sabor a victoria, logrado contra España (1-1), ha dado impulso a una 'Manschaft' que encara con optimismo su choque ante Costa Rica, toda vez que recupera la mejor versión del delantero del Bayern de Múnich Leroy Sané.
- Frappart al silbato -
Ese partido será seguido por su trascendencia deportiva, sin duda, pero también por su cariz simbólico: por primera vez en la larga historia del Mundial masculino, una mujer estará al silbato.
Es una culminación lógica para Stéphanie Frappart (38 años), que pasó por la Ligue 2 y la Ligue 1 francesas, dirigió en la Supercopa de Europa y en Liga de Campeones, y que sigue abriendo camino en su ámbito. Una señal no menor en un país, Catar, a menudo criticado por la cuestión de los derechos humanos, especialmente por los derechos de las mujeres y de las minorías LGBTQ.
"Es también un gesto potente de la FIFA y de las instancias hacer arbitrar a mujeres en ese país", decía la propia Stéphanie Frappart en septiembre. "No soy portavoz feminista pero si eso puede hacer avanzar las cosas..."
Pero mientras ella estará en el centro del terreno de juego y de la atención planetaria, los alemanes deberán mirar de reojo lo que pase en el otro partido de ese grupo E, confiando en que España no pierda contra Japón.
El equipo de Luis Enrique, impresionante contra Costa Rica (7-0), menos convincente contra Alemania (1-1), no puede relajarse, ya que no tiene la clasificación matemática asegurada. Y contra Alemania el combinado nipón ya demostró de lo que es capaz.
- Bélgica en busca de su identidad -
El camino de la salvación para los belgas parece más empinado: tendrán que encontrar ante los subcampeones croatas la mejor versión de un equipo que fue muy atractivo en 2018, que lleva casi cuatro años en lo más alto del ranking FIFA, pero que ya no da muchas esperanzas en la cancha.
Los belgas son lentos en defensa (según admiten los propios jugadores); sus creadores Kevin de Bruyne y Eden Hazard, quienes antaño marcaban diferencias, no están demostrando nada, ni en la victoria contra la débil Canadá (1-0) ni en la derrota contra los marroquíes (2-0).
"Tenemos que volver a encontrar nuestra identidad", dijo su entrenador español Roberto Martínez. Además, también tendrán que encontrar algún atisbo de unidad en un grupo plagado de resentimientos, según la prensa belga. "Nos dijimos cosas -algunas buenas, otras no tan buenas, quizá algunas cosas que no nos gustaron- pero hablamos", aseguró Eden Hazard. "Sabemos que estamos pasando un momento más complicado de lo habitual, pero estamos todos unidos".
Si Croacia fracasa y queda eliminada, éste podría ser el último partido al más alto nivel internacional para una leyenda del fútbol, Luka Modric, el "Principito de Zadar", de 37 años, que mostró su mejor versión en este Mundial contra Canadá tras un complicado 0-0 contra Marruecos. Aunque Carlo Ancelotti, su entrenador en el Real Madrid, crea que el ganador del Balón de Oro 2018 es "inmortal".
R.Bernasconi--NZN