Livakovic tumba a Japón en los penales y Croacia se medirá en cuartos a Brasil
El arquero Dominik Livakovic se convirtió en el héroe de la selección croata al atajar tres penales ante Japón (1-1, 3-1 en la tanda) para llevar a su equipo a cuartos de final del Mundial de Catar-2022, este lunes en el estadio Al Janoub.
Livakovic paró los lanzamientos de Takumi Minamino, Kaoru Mitoma y Maya Yoshida para dar el pase a su equipo, que se medirá en cuartos al temido Brasil, que aplastó este lunes a Corea del Sur (4-1).
"Es un sentimiento extraordinario, gracias a Dios todo terminó bien", señaló el arquero tras recibir aplausos en la sala de prensa y responder con un suspiro de alivio.
- En el nombre de Subasic -
Con su exhibición Livakovic emuló a su antiguo compañero Daniel Subasic, que también atajó tres penales en octavos de un Mundial, en Rusia-2018 ante Dinamarca para dar el pase a Croacia. Entonces el héroe de este lunes estaba en el banquillo.
Antes, en un partido vibrante, Daizen Maeda había adelantado al equipo asiático (minuto 43) e Ivan Perisic (55) igualó para el europeo.
Croacia se enfrentará en cuartos con el vencedor del partido que disputarán también este lunes Brasil y Corea del Sur (19h00 GMT).
Los balcánicos jugarán esta ronda por tercera vez. Terceros en 1998, hace cuatro años fueron subcampeones tras sobrevivir por el camino a tres prórrogas.
Japón vuelve a caer en octavos, como en 2002, 2010 y 2018.
"Los penales son una mezcla de suerte y entrenamiento. El arquero estuvo maravilloso, pero los jugadores japoneses tenían que haber estado mejor", reconoció el seleccionador nipón Hajime Moriyasu.
"Nunca subestimes a un croata, cuando lo hagas lo lamentarás, nosotros vamos hasta el final", añadió el croata Zlatko Dalic.
- Peligrosa con la pizarra -
Más ambiciosa, en la primera parte, Japón no se guardó nada y se habría ido al descanso ganando a los puntos. Pero consiguió ponerse por delante.
Tras asustar con varias jugadas de pizarra, Maeda se llevó el premio. Salió ganador de un barullo en un centro de Ritsu Doan tras un córner.
Los nipones habían prometido jugar valientes como si fueran samuráis y cumplieron su palabra desde casi el primer minuto.
Croacia, un equipo compenetrado más parecido a un club que a una selección, no le perdía la cara al partido y Perisic ya había rondado el gol en dos acciones de veterano.
Primero tiró de pillería para robarle la cartera a Takehiro Tomiyasu (8), pero se topó con un magnífico Shuichi Gonda en la portería. Veinte minutos después peinó un centró de Barisic al que no llegó Andrej Kramaric.
- Ovación a Modric -
Tras pasar por los vestuarios, el partido parecía dormido. Japón se había cerrado y Croacia se pasaba el balón sin mayor trascendencia, hasta que Dejan Lovren se sacó un centro perfecto desde la derecha y Perisic cabeceó con autoridad desde el punto de penal.
Lejos de amilanarse, Japón no acusó el empate y en la siguiente acción Wataru Endo se sacó un cañón que Livakovic despejó a córner con dificultad.
El intercambio de golpes continuó con la aparición del más distinguido de los jugadores en el césped. Luka Modric empalmó desde la frontal y Gonda voló para salvar el gol (61).
Finalmente llegó la prórroga, que comenzó con las revoluciones bajas. Subieron de repente cuando ambas hinchadas despidieron con una gran ovación a Modric, sustituido en el 99.
En la tanda los croatas Nikola Vlasic, Marcelo Brozovic y Mario Pasalic no fallaron, mientras que Marko Livaja se topó con el poste. Por el lado nipón solo marcó Takuma Asano.
Livakovic y sus tres paradas ya están, junto a Subasic, en la historia del fútbol croata.
A.Weber--NZN