Jugadores de Brasil y EEUU, apartados de sus clubes por sospecha de amaños
Ocho jugadores de las primera división del fútbol de Brasil y uno de la de Estados Unidos fueron apartados por sus clubes entre martes y miércoles bajo sospecha de amañar partidos en 2022, en un caso que conmociona a la tierra del 'jogo bonito'.
Los futbolistas separados de las actividades de sus escuadras, la mayoría por tiempo indefinido, habrían participado de un esquema de manipulaciones que daba cuantiosas ganancias a una banda criminal que apostaba en sitios en línea.
Los nombres de ocho de ellos aparecen en conversaciones de apostadores encontradas por fiscales brasileños y reveladas por medios locales este miércoles, y el restante fue indiciado el martes por el ministerio público del estado de Goiás, en el centro de Brasil.
"Soy partidario de la suspensión preventiva basada en sospechas concretas e incluso de la expulsión del deporte en casos probados. Quien comete crímenes no debe formar parte del fútbol", dijo el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, en un comunicado.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, ordenó a la Policía Federal (PF) abrir una investigación sobre las manipulaciones, que, advirtió, pueden tener "repercusión" internacional.
- Miles de dólares por una amarilla o un penal -
El defensor brasileño Eduardo Bauermann, del Santos, fue apartado por el equipo de Pelé el martes, luego de que la fiscalía lo denunciara por la presunta comisión de un delito relacionado con fraude en el resultado deportivo.
Bauermann, de 27 años y que niega los señalamientos, es de momento el único jugador de la primera división que está indiciado por la fiscalía goianiense como parte de la Operación Pena Máxima.
El operativo fue lanzado en noviembre pasado después de que un club de segunda, Vila Nova de Goiás, denunció supuestos arreglos en tres encuentros de la última fecha de ese torneo.
Los procuradores detectaron una "organización criminal", cuyos tentáculos llegaron a los torneos estatales brasileños y al Brasileirao, y el mes pasado advirtieron que lo hallado hasta entonces podría tratarse de la "punta del iceberg".
A los futbolistas se les ofrecía entre 10.000 y 20.000 dólares por ser amonestados o expulsados, forzar cierto número de tiros de esquina, provocar penales o garantizar marcadores.
La víspera denunciaron a 16 personas, entre futbolistas y miembros de la banda, por supuestamente haber manipulado trece partidos de distintas categorías y competiciones brasileñas, incluidos ocho del Brasileirao de 2022.
Presuntas conversaciones de mensajería instantánea entre los miembros de la estructura delictiva y con jugadores fueron reveladas este miércoles por medios brasileños.
En ellas se mencionan a los futbolistas apartados en las últimas horas: el lateral Pedrinho y el volante ecuatoriano Bryan García (Athletico Paranaense), los defensores Vitor Mendes (Fluminense) y Nino Paraíba (América Mineiro), y el centrocampista Richard (Cruzeiro).
También al mediocampista brasileño Max Alves, que juega en Colorado Rapids de Estados Unidos. El elenco informó este miércoles que apartó a un jugador, sin mencionar su identidad, mientras la MLS "realiza una investigación sobre el asunto".
Aparte del atleta, la liga estadounidense dijo en una nota que tiene informaciones de un exfutbolista vinculado con "apuestas deportivas ilegales".
- Hasta seis años de prisión -
Coritiba de Brasil aseguró que el mediocampista uruguayo Jesús Trindade y el goleador Alef Manga no podrán disputar el partido liguero del jueves contra Vasco da Gama, después de que sus nombres aparecieron en una planilla de apostadores divulgada por el diario O Globo.
A ellos se suma el zaguero argentino Kevin Lomónaco, del Red Bull Bragantino, que ya no estaba entrenando con el once paulista desde mediados de abril, cuando se conocieron investigaciones en su contra, dijo el miércoles a la AFP una fuente del club bajo condición de anonimato.
Lomónaco llegó a un acuerdo con las autoridades para no ser indiciado, según el portal Globo Esporte.
A diferencia de Mendes (Juventude), Nino Paraíba y Richard (Ceará), los jugadores Bauermann, Pedrinho, García, Lomónaco, Manga, Trindade y Alves estaban en sus clubes actuales en el momento en que habrían ocurrido las supuestas irregularidades.
De ser hallados culpables por la manipulación de resultados, los deportistas se exponen a una pena de hasta seis años de prisión.
Las adulteraciones en el balompié brasileño no son nuevas, aunque se han endurecido las sanciones y aumentado las inversiones para monitorear las apuestas en los últimos años.
En el país aún se recuerda la "Máfia do Apito" (Mafia del Silbato), en la que dos árbitros se aliaron con apostadores para amañar resultados en el Brasileirao-2005. Once juegos debieron repetirse y los jueces fueron vetados.
F.Carpenteri--NZN