Nico Denz se impone en Rivoli en un día de tregua en el Giro
Al fin una etapa que se puede catalogar como de transición en el Giro 2023. El alemán Nico Denz levantó los brazos al término de una larga escapada este jueves en Rivoli en la duodécima etapa de la carrera italiana, que vivió el primer día 'tranquilo' desde la salida.
Aun así hubo cuatro abandonos -Mikaël Cherel, Harm Vanhoucke, Kaden Groves y Alessandro Covi-, elevando a 40 el número de corredores que han hecho las maletas luego de sólo doce etapas en esta 106ª edición sacudida por el covid, las caídas y las condiciones climáticas adversas.
Pero las escasas caídas y la lluvia ligera sobre los 185 kilómetros hicieron que el ritmo del pelotón fuera suave hasta llegar a pies de los Alpes.
El británico Geraint Thomas, que llegó acompañado de otros favoritos con más de ocho minutos de retraso respecto al ganador del día, pudo, por vez primera, lucir con tranquilidad su maglia rosa.
"Fue mucho más tranquilo. El equipo controló bien la carrera. No había nadie peligroso para la general en la escapada", explicó el galés.
Los otros corredores del Top-10 también pudieron respirar. Como Primoz Roglic, segundo a dos segundos de Thomas y principal favorito después del abandono de Remco Evenepoel, quien contaba a la salida cómo encontraba su inspiración en Rocky, el protagonista de la mítica saga de cine, para "sobrevivir" en este Giro apocalíptico.
"Como decía Rocky: la cuestión no es saber hasta qué punto puedes pegar fuerte, sino hasta qué punto eres capaz de encajar y de seguir adelante", declaraba el esloveno de 33 años, risueño, a pesar de la herida producida en la cadera la víspera en una caída.
La cercanía de la primera gran etapa de montaña, que llevará a los corredores el viernes a Crans Montana, en Suiza, contribuyó sin duda al escenario más apacible y previsible: el de una larga escapada.
Una treintena de corredores se fugaron casi en la salida, antes de fraccionarse en pequeños grupo.
- Denz venció a "monstruos" -
En meta quedaban tres, el letón Toms Skujins, el australiano Sebastian Berwick y el alemán Nico Denz (Bora), quien se impuso a sus dos compañeros de fuga al esprint para apuntarse, a sus 29 años, la victoria más prestigiosa de su carrera.
"Yo no estaba designado en el equipo para estar en la escapada, debían ser Konnie (Patrick Konrad) y Bob (Jungels). Pero Bob no se encontraba muy bien y tuve luz verde", confesó.
"Cuando llegué a la escapada miré a mi alrededor y sólo vi monstruos, grandes nombres", añadió. Pero no titubeó en la última ascensión y sorprendió en meta. "Estoy muy orgulloso de mí", se sinceró.
Pero la tregua concedida al pelotón podría ser breve. La ruta tiende a subir desde el viernes, con tres puertos de 1ª categoría, la más dura en el Giro.
La etapa será un poco menos difícil de lo previsto ya que los corredores, al contrario que Napoleón Bonaparte en 1800, no irán hasta el alto del Grand-Saint-Bernard debido a la presencia de nieve.
El pelotón pasara 600 metros más abajo por el túnel, antes de atacar el temible Croix-de-Cœur (15,4 km al 8,8%) y la subida final hacia Crans Montana (13,1 km al 7,2%).
La ocasión de que los favoritos muestren armas, antes de la tercera semana, donde esperan los Dolomitas.
F.Carpenteri--NZN