Spalletti, de técnico secundario a la cumbre del fútbol italiano
En unas semanas Luciano Spalletti se ha convertido en providencial para el Nápoles y la selección de Italia, una doble consagración con aires de revancha para un hombre que como jugador nunca pasó de la 3ª división y que como entrenador vivió durante muchos años alejado de los focos.
Al suceder este viernes en el puesto de seleccionador a Roberto Mancini, que dimitió el domingo, Spalletti es ahora el técnico más respetado y escrutado en Italia.
Ahora le toca enderezar el rumbo 'Azzurra', vigente campeona de Europa, hacia la Eurocopa-2024, y sobre todo clasificarla al próximo Mundial, en 2026, después de sendos fracasos que fueron vividos en el país como dos humillaciones, en 2018 y 2022.
El técnico toscano de cabeza sin pelo ha tenido que esperar a los 64 años para tocar la gloria, primero con el título de Serie A cosechado con el Nápoles a finales de abril y ahora con este prestigioso nombramiento.
"Yo nunca he viajado en primera clase, siempre en auto-stop", explicó meses atrás para resumir su carrera.
"Se reían de mí porque me ponía las botas de fútbol para ir al banquillo. Pero nunca olvidé cuánto sufrí para tener esas botas, cuando no tenía dinero para comprarlas", recordó Spalletti, que no abandona su indumentaria habitual ni para las noches de Champions.
- Su nombre ligado al de Totti -
Al contrario que Mancini, Spalletti nunca lució el maillot de la Nazionale ni coleccionó títulos y galardones.
Formado en la Fiorentina, el centrocampista con más carácter que calidad inició su carrera en 5ª división, antes de navegar entre 3ª y 4ª con La Spezia y el Empoli, donde colgó las botas con 34 años.
Fue en el club toscano donde dio sus primeros pasos como entrenador, encadenando ascensos de la 3ª a la 2ª categoría, y de esta a la 1ª.
Después siguieron las destituciones/descensos al frente de la Sampdoria y del Venezia, antes de los primeros éxitos con el Udinese, al que llevó en tres ocasiones seguidas a competiciones europeas (2002-05).
Entró en la élite al fichar en 2005 por la Roma, donde se hizo con un palmarés (Copas de Italia 2007 y 2008, Supercopa de Italia 2007), pero también con la losa de una reputación de un técnico incapaz de alcanzar la cumbre (2º en 2006, 2007 y 2008) y de gestionar a las estrellas.
En Roma se le recuerda como el técnico que impulsó a la retirada a la leyenda Francesco Totti en 2017.
- Amante del vino -
Tras salir de la Roma 2009, aterrizó en el Zenit de San Petersburgo, donde ganó dos títulos de campeón (2010, 2012) en su única experiencia en el extranjero.
Antes de unirse al Nápoles, en el verano boreal de 2021, "Luci" parecía prácticamente prejubilado, después de una experiencia y separación complicada con el Inter.
Molesto por su despido a pesar de clasificar dos veces a Liga de Campeones, no hizo ninguna concesión al club interista y recibió durante dos años el salario prometido tras una renovación de contrato firmada en 2018.
Spalletti rechazó después varias ofertas y prefirió disfrutar de su familia, jugar al pádel y ordenar su inmensa colección de camisetas de fútbol.
Pero el amateur del buen vino, que produce él mismo en un terreno de su propiedad en la Toscana, no había dado su último regalo a la Italia futbolística.
En Nápoles, con una plantilla de jugadores entusiastas y unas ideas más ofensivas que nunca, ofreció a toda una ciudad todavía nostálgica de los años de Maradona una epopeya volcánica y un tercer "Scudetto" luego de los de 1987 y 1990.
Spalletti afronta ahora el mayor reto de su carrera.
E.Schneyder--NZN