La Roja femenina, de la rebelión a la gloria
La selección española femenina de fútbol se coronó el domingo campeona del mundo para completar una gesta de la que muchos dudaban cuando hace casi un año se produjo una 'rebelión' de quince de sus principales figuras.
Jugadoras principales como Aitana Bonmatí u Ona Batlle, que el domingo se convirtieron en campeonas del mundo, mostraron en septiembre pasado su malestar con los métodos de entrenamiento del seleccionador, Jorge Vilda, y los recursos de la Roja.
La doble Balón de Oro Alexia Putellas, que entonces se encontraba lesionada, Irene Paredes y la veterana Jenni Hermoso no enviaron la misiva, pero las tres apoyaron a sus compañeras.
La jugadora del Pachuca recordaba que la situación era resultado de un "cúmulo de acontecimientos, comportamientos, decisiones, intentos fallidos y desgaste por intentar que la voz de las jugadoras sea escuchada".
En otro comunicado, en el que recalcaban que no renunciaban a la selección, las jugadoras parecían apuntar a cambios más allá de sólo el método del técnico.
- 'Un proyecto profesional' -
"Queremos una apuesta decidida por un proyecto profesional en el que se cuiden todos los aspectos para sacar el mejor rendimiento a un grupo de jugadoras con las que consideramos que se pueden conseguir más y mejores objetivos", afirmaron.
Desde este incendio inicial hasta tocar la gloria este domingo, parecen haberse dado pasos que han acabado recomponiendo el grupo, incluyendo la vuelta de algunas de las quince 'rebeldes'.
Desde enero parecían llegar señales que apuntaban a una mejoría, que intentó llevarse de forma discreta con avances en lo deportivo y lo extradeportivo.
En junio de 2022, antes de la Eurocopa de Inglaterra, la Federación Española de Fútbol (RFEF) ya había igualado los porcentajes que cobran las selecciones masculina y femenina de los premios que reparte UEFA y FIFA en sus competiciones.
Además, también igualó las primas por derechos de imagen de jugadoras y jugadores.
Fue un primer paso en la mejora de las condiciones de las jugadoras, que en los últimos meses han seguido aumentando al tiempo que se producía el acercamiento entre Federación y algunas 'rebeldes'.
"El trabajo de la Federación, de tantos y tantos clubes femeninos cuya labor está sin reconocer y de los estamentos implicados ha permitido no sólo mantener en pie el edificio cuando se tambaleaba sino incluso alcanzar el nivel de juego y eficiencia que se vio en Sídney", escribió este lunes AS.
- Plan de conciliación -
La Federación aportó más mejoras al entorno de las jugadoras como un nutricionista para cuidar su alimentación en competición o la ampliación del número de fisioterapeutas.
Pero, tal vez uno de los avances más importantes fue el acuerdo de conciliación familiar firmado con las capitanas de la Roja para facilitar el desplazamiento a Australia de los familiares y allegados de las jugadoras.
"Estamos aquí dos meses con una presión y un estrés grande, y sentir a tu familia cerca quieras que no te ayuda en todos los momentos. Para mí era una cosa a mejorar y se ha hecho", reconocía Alexia Putellas en zona mixta.
En Australia, las jugadoras han estado también acompañadas en todo momento por el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, tal como el mandatario suele hacer con la masculina.
"En el día a día, está siendo bastante cercano, es una persona a la que le gusta estar cerca de nosotras, ser consciente de lo que ocurre, de lo que se vive dentro, para poder ayudar o mejorar desde su labor", aseguraba Irene Guerrero, antes del partido de la fase de grupos contra Zambia.
"La verdad es que estamos contentas de que esté aquí con nosotras y nos esté acompañando en esta andadura", añadió entonces la jugadora del Atlético de Madrid.
Todo un rosario de pequeños pasos que han servido para ir limando asperezas y llevar a España del infierno a la gloria.
L.Muratori--NZN