Nueva Zelanda celebra el renacimiento de los All Blacks tras años de penurias
La épica victoria de Nueva Zelanda sobre Irlanda (28-24) en cuartos de final de la Copa del Mundo de rugby es el fruto de cuatro años de "adversidad y de sufrimiento", analizaron este domingo antiguos All Blacks y la prensa local.
Los triples campeones del mundo recibieron elogios por su defensa heroica durante su trabajada victoria en cuartos de final en París, después de haber sabido contener las ofensivas irlandesas en la parte final del duelo.
Los All Blacks rompieron así muchos pronósticos. Numerosos expertos habían vaticinado la victoria del XV del Trébol, que ya les había derrotado en los test disputados en suelo neozelandés el año pasado, un hecho histórico que se inscribió en una serie de fracasos para Nueva Zelanda desde que Ian Foster tomase el mando en 2019.
Los malos resultados del año pasado valieron numerosas críticas a Foster y a su capitán Sam Cane. Y su equipo, asentado durante tanto tiempo en trono del rugby mundial, llegó a la Copa del Mundo-2023 en el cuarto puesto del ranking.
Pero después de la demostración del sábado, el antiguo fullback Mils Muliaina (43 años) y el emblemático wing John Kirwan (58 años) declararon este domingo que Cane y Foster merecían los elogios por la victoria de los All Blacks.
"Toda las adversidad y las lesiones. Hubo que pasar por eso para llegar a hacer lo que han hecho", comentó Muliaina en la cadena local Sky. Con "la energía de la desesperanza que mostraron al final, siguieron unidos y creyeron".
"Para Sam Cane, por todo por lo que ha pasado, e Ian Foster, ellos han vivido momentos difíciles y los han convertido en algo especial", añadió.
Después de conquistar la Copa del Mundo en 2011 y 2015, los All Blacks perdieron la semifinal de la edición japonesa en 2019 ante Inglaterra.
Kirwan, por su parte, calificó de "épica" la actuación del flanker, subrayando que asumió el papel de líder cuando los All Blacks se quedaron con 14 hombres en dos ocasiones tras las tarjetas amarillas de Smith (38) y de Taylor (64).
"Irlanda estuvo sobresaliente hasta el final, pero incluso con las tarjetas amarillas nuestros jugadores permanecieron tranquilos y disciplinados", prosiguió el exseleccionador de Italia.
El periódico The New Zealand Herald describió este cuarto de final como "uno de los mayores test de la Copa del Mundo". También se podía leer que el equipo "respondió presente en la hora de la verdad con una victoria asombrosa".
O.Pereira--NZN