Los muniqueses desafían al frío para homenajear a su 'Kaiser' Beckenbauer
Al día siguiente del anuncio de la muerte de Franz Beckenbauer los muniqueses comenzaron este martes desde primera hora, pese al frío glacial, a rendir homenaje a su 'Kaiser', leyenda del fútbol alemán y fuente de inspiración para diversas generaciones.
Pese a que el termómetro marcaba -8ºC por la mañana, varios aficionados se dieron cita en la Säbener Strasse, la sede del Bayern Múnich, club en el que Beckenbauer forjó buena parte de su leyenda, con tres títulos de campeón de Europa (predecesor de la Liga de Campeones) en 1974, 1975 y 1976.
"En 1990, cuando se convierte en campeón del mundo como seleccionador, esos minutos en los que camina solo (por el Olímpico de Roma), esos son mis recuerdos de infancia de Beckenbauer. Es lo que recuerdo de niño", explicó Bogdan Piecuch, un hincha del club bávaro de 45 años, ante la sede del club.
El miércoles, los muniqueses podrán acudir al Ayuntamiento o a la cancillería de Baviera, donde se colocarán libros de condolencias.
Un ramo de flores y una vela fueron depositados a la entrada de una entidad que Beckenbauer, fallecido el domingo a los 78 años de edad, catapultó, primero como futbolista junto a otras leyendas del club como Gerd Müller y Sepp Maier en los años 1960 y 1970 y después como dirigente al lado de Uli Hoeness y Karl-Heinz Rummenigge en los años 1990 y 2000, a la potencia futbolística que es en la actualidad.
La cuenta X (antes Twitter) y el sitio en internet del 'Rekordmeister' se tiñó de negro en señal de luto. El Bayern Múnich volverá a la competición, tras el parón navideño, el próximo viernes acogiendo al Hoffenheim en el Allianz Arena (19h30 GMT), donde se espera que 75.000 espectadores participen en un emotivo adiós a su ídolo.
A la espera de ese momento, el estadio del Bayern se iluminará y dejará leer de noche el mensaje "Danke Franz" (Gracias Franz).
Antes de los partidos de Bundesliga de este fin de semana habrá un minuto de silencio y los jugadores lucirán brazaletes negros.
Antes del inicio del entrenamiento este martes por la tarde, los jugadores del Bayern depositaron dos camisetas con el número 5 de Beckenbauer, una de ellas la que llevó el mítico exfutbolista el 26 de junio de 1965 en el repechaje para ascender a la Bundesliga, contra el Tennis Borussia Berlín.
La fecha y el lugar del funeral de Beckenbauer, que se "durmió apaciblemente" rodeado de su familia el domingo en Salzburgo (Austria) no fueron aún comunicados.
"El mundo del fútbol y todos en general lloran a nuestro amigo Franz. El Bayern, como agradecimiento y recuerdo, debería organizarle una ceremonia funeraria en este estadio, que nunca habría visto la luz sin él", explicó Rummenigge, miembro de la junta supervisores del Bayern, al tabloide alemán Bild.
- De 'Kaiser' a 'Lichtgestalt' -
El Allianz Arena quedará probablemente como el principal legado material de Beckenbauer a 'su' Bayern. A finales de los años 1990 y principios de los 2000, el club debía decidir si seguir en el Estadio Olímpico construido para los Juegos de 1972 o levantar un nuevo recinto.
Presidente del club en aquella época, Beckenbauer siempre se mostró favorable a la segunda opción, que permitiría al Bayern convertirse en propietario de su estadio, cuando era solo un inquilino en el Olímpico.
Ottmar Hitzfeld, el entrenador que condujo al Bayern Múnich al título en la Champions League en 2001, propuso este martes en una tribuna en un medio online que el estadio fuera rebautizado como Franz Beckenbauer Arena.
Obviamente, toda la prensa germana dedica sus portadas del martes al 'Kaiser'. El Bild realizó un montaje fotográfico que resume su carrera: levantando la Copa del Mundo de 1974 como jugador, en el estadio Olímpico de Roma donde conquistó el Mundial-1990 como seleccionador, o junto al cartel de Alemania-2006, cuyo papel fue decisivo para que el país obtuviera la organización.
Una idea para reflejar al mejor futbolista alemán de todos los tiempos, seguramente también al mejor deportista germano en general, que acaparaba el foco allá donde iba y proyectaba un aura que fue fuente de inspiración para todo el fútbol y la sociedad del país.
L.Rossi--NZN