El español Carlos Alcaraz es el campeón más joven del Masters 1000 de Miami
El español Carlos Alcaraz derrotó este domingo al noruego Casper Ruud y se convirtió en el campeón más joven en la historia del Masters 1000 de Miami, acabando también con la maldición del tenis de su país en este prestigioso torneo.
A sus 18 años y 11 meses, Alcaraz se impuso a Ruud por marcador de 7-5 y 6-4 para alzar el primer gran trofeo de su meteórica carrera.
Alcaraz es el primer español en triunfar en Miami y el campeón más precoz de las 37 ediciones del torneo, superando al serbio Novak Djokovic (19 años y 10 meses en 2007).
El español comenzó a confirmar su inmenso potencial en una final a la que no pudieron llegar los aspirantes a suceder al 'Big 3' de la ATP formado por Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer, todos ausentes de Miami por diferentes motivos.
En el conjunto de torneos Masters 1000, Alcaraz es el tercer campeón más precoz después del estadounidense Michael Chang en Toronto en 1990 (18 años y 157 días) y Nadal en Montecarlo en 2005 (18 años y 318 días).
El propio Nadal, el tenista con más títulos de Grand Slam (21), nunca pudo triunfar en Miami, donde perdió hasta cinco finales (2005, 2008, 2011, 2014, 2017).
Tampoco lo lograron los finalistas españoles Sergi Bruguera (1997), Carlos Moyá (2003) y David Ferrer (2013).
Alcaraz acabó con la sequía en una final en la que exhibió no solo su exuberante tenis sino una inusual sangre fría para remontar una desventaja de 1-4 en el primer set.
Ruud, con una mayor jerarquía en el ranking de ATP (8º puesto por 16º de Alcaraz), era también debutante en una final de Masters 1000 y no pudo recobrarse de la remontada de su rival en el primer set.
El español venía avisando de su potencial desde que tumbó en septiembre a Stefanos Tsitsipas, entonces número tres mundial, y se convirtió en el tenista más precoz en llegar a los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos en la era Open (desde 1968).
En febrero se convirtió en el más joven en ganar un torneo de categoría ATP 500, con su triunfo en Río de Janeiro, y en entrar en el top-20 de la ATP entre los jugadores en activo.
En marzo disputó unas trepidantes semifinales ante su ídolo Nadal, el único que lo ha podido ganar en sus 20 partidos de 2022 junto a Matteo Berrettini en el Abierto de Australia.
- De promesa a realidad -
En el arranque del partido, Alcaraz pagó los nervios de verse en la primera gran final de su vida.
Con demasiadas prisas para acabar los puntos, el español se mostró más impreciso de lo habitual y Ruud lo aprovechó para romper su servicio en la primera oportunidad y adelantarse 3-0.
El noruego comenzó muy seguro en el segundo servicio y afilado con su potente derecha.
Ruud fue capaz de salvar una pelota de quiebre en el quinto juego pero Alcaraz siguió remando hasta romperle el servicio en el séptimo.
Alcaraz respiró al colocarse 4-4 y recuperó la confianza para desplegar su demoledora derecha y sus exquisitas dejadas en la red.
La confianza había cambiado de bando y el tenis de Ruud retrocedió ante el acelerón de Alcaraz, que logró un quiebre en el undécimo juego y remató el set con su servicio, lanzando un grito de desahogo.
Ningún jugador ha sido capaz de batir este año a Alcaraz tras perder el primer set y Ruud no pudo evitar que el español se adelantara 3-0 en la segunda manga.
El noruego quemó sus últimos cartuchos al quebrar en el cuarto juego antes de ser atendido por molestias en la espalda.
Ruud se acercó 3-4 pero Alcaraz no resintió el vértigo y selló la victoria con su servicio.
El español corrió a la grada en busca de su entrenador, el exjugador Juan Carlos Ferrero, quien viajó a Miami para acompañarle en la final tras el fallecimiento de su padre.
Ambos se fundieron en un emocionante abrazo por el título con el que Alcaraz cruza el umbral de promesa a realidad.
O.Hofer--NZN