La Gran Barrera de Coral australiana, más amenazada que nunca
Anne Hoggett, que bucea desde hace décadas cerca de la Gran Barrera en el noreste de Australia, confirma, con furia, el blanqueamiento masivo de corales provocado por el cambio climático.
"Me da rabia saber que tenemos el poder de impedirlo y no hacemos nada con suficiente rapidez", subraya esta bióloga marina que, desde hace treinta y tres años, vive y trabaja en la isla Lagarto, cerca del arrecife de coral más grande del mundo.
Este último se extiende por más de 2.300 kilómetros a lo largo de la costa noreste de Australia y alberga unas 1.600 especies de peces y 600 tipos de coral.
Hoggett bucea regularmente entre bancos de peces que buscan allí refugio y alimento. Pero el sitio parece un cementerio debido el nuevo episodio de blanqueamiento masivo que asola esta joya ecológica.
Este fenómeno es provocado por un aumento de la temperatura del agua que causa la expulsión de las algas simbióticas que dan al coral su color brillante.
Desde febrero las temperaturas submarinas alrededor de la isla Lagarto están 2°C por encima del promedio. Como consecuencia, alrededor del 80% de los corales murieron, según la bióloga.
Tal vez "sufrieron demasiados daños para poder regenerarse", comenta preocupada.
Anunciado en marzo por las autoridades australianas este nuevo episodio de blanqueamiento masivo es el quinto en ocho años.
Según estudios aéreos afecta a más de 600 arrecifes a nivel local, y 10% de la Gran Barrera de Coral sufre un blanqueamiento extremo, comprometiendo permanentemente las posibilidades de vida de la mayoría de sus corales.
El fenómeno no se limita a Australia. El lunes, la Agencia Estadounidense de Observación Oceánica y Atmosférica (NOAA) anunció que el planeta estaba experimentando su segundo mayor episodio de blanqueamiento de corales en diez años.
"El blanqueamiento de los corales es cada vez más frecuente y grave", señaló Derek Manzello, coordinador del Observatorio de Arrecifes de Coral de la NOAA, señalando las temperaturas récord del océano.
- Responsabilidad del cambio climático -
Cuando Hoggett llegó a la isla Lagarto en los años 90 este fenómeno se producía cada década. Pero ahora los arrecifes de coral que rodean la isla vivirán un episodio de este tipo cada año o casi, advierte.
Según los científicos un aumento de 2°C en las temperaturas podría provocar la desaparición total del 95% de los arrecifes de coral del planeta.
Incluso si se respetara el objetivo de la comunidad internacional, ampliamente considerado inalcanzable, de limitar este aumento a 1,5°C con respecto a la era preindustrial, 70% de los arrecifes de coral podrían estar sujetos a decoloración.
Se han invertido miles de millones de dólares para intentar salvar los corales, pero para el científico Terry Hughes el culpables es el cambio climático.
"Después de 50 años de intervenciones, los intentos de restaurar los corales no modificaron la ecología de un solo arrecife", señala.
La cría de corales en acuarios, propuesta como posible solución, le parece especialmente quimérica.
"Se necesitarían 250 millones de corales grandes, cada uno del tamaño de un plato, para aumentar la cubierta coralina de la Gran Barrera de Coral en sólo 1%, y eso costaría miles de millones de dólares", indica.
La única solución es "reducir las emisiones de gases de efecto invernadero lo más rápido posible", afirma.
Australia, uno de los mayores emisores del planeta, ya invertió más de 3.000 millones de dólares para mejorar la calidad del agua, reducir los efectos del cambio climático y proteger especies en peligro de extinción.
Pero el país es uno de los mayores exportadores de gas natural y carbón, y sólo recientemente fijó objetivos, considerados poco ambiciosos, para lograr la neutralidad de carbono.
Para Roger Beeden, director científico de la Autoridad del Parque Marino de la Gran Barrera de Coral, es demasiado pronto para sacar conclusiones de este último episodio de blanqueamiento de corales.
"Hay cientos de especies de corales que evolucionan en un entorno increíblemente cambiante. Son muy adaptables", observa esperanzado.
S.Scheidegger--NZN