Renacimiento a la italiana para Alaphilippe
Luego de varios meses de dudas, de caídas y de lesiones, el francés Julian Alaphilippe protagonizó un renacimiento en Italia al imponerse en solitario en la duodécima etapa del Giro después de una escapada de más de cien kilómetros.
El llegador del Soudal Quick-Step logró la victoria en Fano, en la costa del Adriático, al término de una cabalgada casi suicida junto al corredor italiano Mirco Maestri, con el que se escapó a 126 kilómetros para meta.
La victoria viene como agua de mayo para el corredor galo, después de dos años difíciles en los que sufrió un calvario de caídas, lesiones y polémicas con su patrón en el equipo Patrick Lefevere.
El corredor galo puso fin con los brazos en alto y una sonrisa en la boca a una aventura de 126 kilómetros de los 193 con los que contó la etapa, después de haber dejado atrás a su compañero de fuga en la última dificultad del día.
El esloveno Tadej Pogacar, por su parte, conserva la 'maglia rosa' de líder, al término de una etapa tranquila para los favoritos, que llegaron más de cinco minutos después que el ganador del día.
Fue la primera victoria para el dos veces campeón del mundo desde hace casi un año con su triunfo en una etapa en el Critérium du Dauphiné en junio de 2023, y la más prestigiosa desde su segundo título mundial en Lovaina en 2021.
- En las tres grandes -
El corredor del Soudal-Quick Step cuenta ahora con victorias de etapa en las tres grandes vueltas (Francia, Italia y España).
Puede presumir de ser el 109º corredor de la historia que ha alcanzado ese logro.
La de Alaphilippe fue la tercera victoria francesa en este Giro después de las de Benjamin Thomas y Valentin Paret-Peintre.
"Es una victoria que hace muchísimo bien, una victoria importante para mí", afirmó. "Pienso en mi mujer (la exciclista Marion Rousse) y en mi hijo, que siempre me han apoyado en los últimos tiempos (...) Era un sueño ganar en el Giro".
El llegador francés de 31 años se impuso al término de una galopada fantástica e inesperada en compañía del modesto corredor italiano Mirco Maestri (Polti-Kometa).
Lanzados en una empresa con escasas posibilidades de éxito, los dos corredores colaboraron a la perfección para mantener a distancia a varios grupos de perseguidores en esta etapa ondulada propicia para las fugas.
Alaphilippe dejó atrás a su pareja de baile a 11,5 kilómetros para meta en la última subida para después resistir la presión de los perseguidores, el ecuatoriano Jhonatan Narváez y el belga Quinten Hermans, que llegaron a una treintena de segundos.
Para el francés, que disputa su primer Giro con 31 años, esta victoria, la 42ª de su carrera, sirve de renacimiento después de varios meses, e incluso años difíciles.
'Alaf' volvió a levantar los brazos en un país que se le da bien, donde logró varias de sus victorias más prestigiosas, como la Milán-San Remo y la Strade Bianche en 2019, así como los Mundiales de Ímola en 2020.
R.Bernasconi--NZN