El sector financiero no bancario está más expuesto al endurecimiento monetario, según el FMI
El sector financiero no bancario, que incluye a las aseguradoras, fondos de pensión y fondos de inversión, supone un riesgo mayor para el sector financiero debido a su exposición a las consecuencias del endurecimiento monetario en curso, estimó el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un informe.
En el GFSR, el informe sobre el sector financiero mundial publicado cada seis meses por la institución, el fondo alerta de que la vulnerabilidad de las entidades financieras no bancarias (NBFI en inglés) aumentó durante la última década, a medida que fueron tomando importancia, al punto de suponer un riesgo para el sector en su conjunto, en un momento en que los bancos centrales incrementan sus tasas.
Los bancos centrales esperan así reducir el crédito disponible al aumentar su coste, lo que debe permitir reducir la inversión y, a fin de cuentas, la inflación.
Pero este alza de las tasas de interés también golpea el conjunto de las actividades de los NBFI, que suelen poseer una parte importante de la deuda emitida por los estados, difíciles de revender en el mercado secundario en esas condiciones. Las últimas emisiones proponen, por ejemplo, mucho mejores rendimientos al largo plazo que las que fueron realizadas en los últimos años.
Además, los NBFI no son sometidos a una regulación tan estricta como la de los bancos en el marco de los acuerdos de Bale III y pronto Bale IV, en particular en materia de liquidez disponible y exposición al riesgo, cuando los NBFI representan hoy más de la mitad del sector financiero.
El FMI identificó tres posibles fuentes de riesgos para el sector financiero. En particular, señala la interconexión de los NBFI con los bancos, lo que aumenta el riesgo de transferencia de dificultades entre unos y otros y limita las capacidades de financiamiento de la economía real, lo que podría ralentizarla demasiado.
Las otras dos preocupaciones se relacionan con el funcionamiento mismo de los NBFI, con, por ejemplo, una inadecuación de su liquidez, que los obligaría a vender activos para financiar los rendimientos prometidos a los clientes, con el riesgo de incurrir en mayores pérdidas anticipadas. Esta situación aceleró la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en marzo.
Finalmente, el FMI estima que existe un mayor riesgo de que necesiten aumentar su endeudamiento, lo que podría encarecer su costo mientras los bancos centrales incrementan las tasas de interés en Estados Unidos y en Europa desde hace alrededor de un año.
Para limitar estos riesgos, el organismo propone a las autoridades reforzar la regulación de los NBFI, para que se parezca más a la que se aplica a los bancos.
O.Krasniqi--NZN