Matanza con hacha de cuatro niños en una guardería conmociona Brasil
Cuatro niños fueron asesinados este miércoles en el ataque con hacha por parte de un individuo que irrumpió en una guardería en Blumenau, en el sur de Brasil, una "monstruosidad" que conmocionó al país sudamericano.
El ataque ocurrido por la mañana dejó además cuatro niños heridos, que fueron hospitalizados. Todas las víctimas tenían entre 3 y 7 años, explicó en rueda de prensa Ulisses Gabriel, jefe de la policía civil del estado de Santa Catarina.
El atacante, de 25 años, "saltó el muro" de la guardería privada Cantinho Bom Pastor "con un arma blanca, como un hacha. Golpeó a los niños, especialmente en la región de la cabeza", dijo a medios Diogo de Souza Clarindo, del Cuerpo de Bomberos. Testigos relataron que cometió la matanza en el patio.
Residente en Santa Catarina y con antecedentes, el agresor se entregó posteriormente en una sede de la Policía Militar, donde fue detenido.
"Agradezco a Dios por todos los momentos que viví con mi hijo", dijo frente a la guardería Bruno Bridi, padre de Bernardo, de cinco años, fallecido en el ataque.
"Hoy llegó a la guardería imitando a un conejito, junto con su amigo. Haré valer cada uno de esos momentos", dijo entre lágrimas Bridi.
Los heridos, dos niñas de 5 años y dos niños de 3 y 5, "se encuentran estables (...), estarán en observación al menos 24 horas" tras haber sido sometidos a cirugía bajo anestesia, informó el Hospital Santo Antonio de Blumenau.
Las autoridades informaron que en el momento del ataque había cerca de 40 niños en el establecimiento.
El atacante actuó de forma "aislada", según Gabriel, que descartó un "acto coordinado".
Tenía al menos cuatro antecedentes policiales desde 2016, entre otras causas, por haber apuñalado a su padrastro y posesión de cocaína. Las autoridades investigarán su actividad en su teléfono celular y redes sociales.
- En "shock" -
Una maestra, Simone Aparecida Camargo, comentó que encerró a varios alumnos en un baño para protegerlos, según el sitio Metrópoles.
Los compañeros vieron al agresor, que "fue al patio para matar", añadió la docente.
André Nazario relató que su esposa, otra funcionaria del establecimiento, le contó que después que el atacante se marchó, "fue al patio, vio a los niños (muertos) e intentó reanimar a uno de ellos, sin conseguirlo. Estaba en shock".
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva condenó en Twitter "la monstruosidad" ocurrida: "Una tragedia como esta es inaceptable (...) un acto absurdo de odio y de cobardía".
Tras reunirse con Lula, el ministro de Justicia, Flávio Dino, anunció que el gobierno nacional destinará 150 millones de reales (unos USD 29 millones) a municipios para fortalecer la seguridad en escuelas.
La guardería prometió trabajar "incansablemente" para esclarecer los hechos "y exigir las penas más duras".
La muerte de estos niños, "todos hijos únicos", deja "una marca en la historia de Blumenau", dijo Mário Hildebrandt, alcalde de esta ciudad de 360.000 habitantes, donde se suspendieron las clases en escuelas y celebraciones de Pascuas.
El gobernador de Santa Catarina, Jorginho Mello, decretó tres días de luto oficial.
Las autoridades locales trabajan en un plan de prevención y contingencia ante actos de violencia en escuelas, informaron en la conferencia de prensa.
- Tragedias repetidas -
Los ataques en escuelas se incrementaron en los últimos años en Brasil.
El pasado 27 de marzo, un adolescente de 13 años mató con un cuchillo a una profesora, de 71, e hirió a cinco personas, en una escuela en Sao Paulo.
En noviembre pasado, un adolescente de 16 años mató a tiros a cuatro personas e hirió a más de una decena en dos ataques en escuelas en la ciudad de Aracruz, en el estado de Espirito Santo (sureste).
En mayo de 2021, también en Santa Catarina, un ataque perpetrado por un joven de 18 años armado con un cuchillo dejó tres menores de 2 años y dos docentes muertos en un preescolar en el municipio de Saudades.
El ataque más mortal registrado en Brasil se produjo en 2011: 12 niños murieron cuando un hombre abrió fuego en su antigua escuela primaria en Realengo, un suburbio en Rio de Janeiro, antes de quitarse la vida.
A.Wyss--NZN