Argentina y el FMI, el nuevo capítulo de una larga historia
Argentina alcanzó este jueves un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar 45.000 millones de dólares que adeuda a la entidad con sede en Washington desde 2018, en un nuevo programa que aún debe recibir el visto bueno del Congreso argentino y del directorio del organismo multilateral.
El nuevo programa aliviaría el abultado calendario de vencimientos de Argentina con el FMI que se concentraban en 2022 y 2023.
Tercera economía de América Latina, Argentina ingresó al FMI en 1956, durante la dictadura del general Pedro Aramburu (1955-58). Desde entonces el país ha suscrito más de 20 planes con el organismo multilateral.
En 2006, bajo la presidencia del peronista de centro-izquierda Néstor Kirchner, el país canceló 9.600 millones de dólares que aún adeudaba al FMI, y después de eso no permitió más visitas técnicas del organismo, hasta que en 2018 Argentina volvió a recurrir al organismo.
El nuevo programa de facilidades extendidas, que el Congreso tratará a partir del lunes, será el plan número 13 de Argentina y el FMI desde el regreso de la democracia en 1983.
Esta es una cronología de los momentos más importantes de la negociación.
- Corrida cambiaria y auxilio -
Durante la presidencia pro tempore del G20 de Argentina en 2018, con una política elogiada por los mercados y las principales potencias económicas, en especial Estados Unidos, la crisis argentina llegó de sorpresa.
A finales de abril de ese año comenzó una corrida cambiaria que llevó al entonces presidente liberal Mauricio Macri a pedir un auxilio al FMI por 50.000 millones de dólares, el mayor concedido en la historia de ese organismo multilateral. A cambio, el gobierno se comprometió a alcanzar el equilibrio fiscal.
Solo en el primer semestre de 2018, Argentina había perdido 13.000 millones de dólares de sus reservas internacionales y la moneda se había depreciado 34%.
El FMI realizó un primer desembolso de 15.000 millones de dólares. Sin embargo los mercados no mostraron confianza en los planes argentinos y huyeron hacia el dólar. En septiembre de 2018 el Fondo aprobó un aumento del crédito, previsto a un plazo de tres años, y lo elevó a 57.100 millones de dólares.
- Elecciones y suspensión del programa -
En medio de una aguda crisis económica, Alberto Fernández ganó las elecciones en primera vuelta frente a Macri, quien se postuló a la reelección en las presidenciales de octubre de 2019. Al asumir, en diciembre de ese año, renunció a los tramos pendientes del crédito, por lo que la cuenta de Argentina se detuvo en poco más de 44.000 millones de dólares y no alcanzó los 57.100 que habían sido aprobados.
Ya en septiembre de 2019 el FMI había suspendido un desembolso de unos 5.400 millones de dólares, debido a que el gobierno no había cumplido las metas de inflación, entre otras. Ese año, el índice de precios al consumidor cerró con un incremento de 53,8%.
Luego de la reestructuración de unos 66.000 millones de dólares de deuda con acreedores privados, Argentina comenzó formalmente sus nuevas conversaciones con el FMI en agosto de 2020.
- Diplomacia y autocrítica -
Desde que asumió, Fernández desplegó una intensa agenda diplomática para obtener respaldo, especialmente en Europa, a sus planteamientos para renegociar la deuda con el FMI.
El papa Francisco, antiguo arzobispo de Buenos Aires, resultó un importante aliado y fue justamente en el Vaticano donde Fernández y Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, se encontraron cara a cara por primera vez, en un seminario en mayo de 2021.
En diciembre de ese año, el FMI reconoció que el programa crediticio concedido a Argentina en 2018 "no cumplió con los objetivos de restaurar la confianza en la viabilidad fiscal y externa y, al mismo tiempo, propiciar el crecimiento económico", tras una evaluación del préstamo, requerida dado el monto de la deuda.
Por ese crédito, Argentina pagó unos 5.000 millones de dólares en 2021. Según el calendario previo al acuerdo anunciado este viernes, quedaban aún por cancelar más de 19.000 millones de dólares en 2022, más de 20.000 millones en 2023 y unos 4.000 más en 2024.
- Facilidades extendidas -
De recibir la aprobación definitiva del parlamento argentino y del directorio del FMI, el nuevo programa prevé 10 revisiones trimestrales durante dos años y medio. El período de repago es de 10 años, con una gracia de cuatro años y medio, por lo que la deuda deberá cancelarse entre 2026 y 2034.
Con este acuerdo, Argentina se compromete a reducir su déficit fiscal del 3% del PIB actual a 0,9% en 2024. El FMI aspira a que sirva para "abordar de manera duradera la alta inflación persistente" de este país, de alrededor de 50% anual, una de las mayores del mundo.
O.Meier--NZN