El puerto de Baltimore, clave para comercio marítimo de EEUU
El derrumbe de un gran puente en la ciudad de Baltimore (estado de Maryland, este) el martes paralizó uno de los puertos más transitados de Estados Unidos, por donde cada año pasan gigantescos portacontenedores y donde también recalan cruceros turísticos.
El puente Francis Scott Key lleva el nombre del autor de la letra del himno nacional de Estados Unidos. Por éste transitan unos 11 millones de vehículos al año, un promedio de 31.000 al día.
El cierre forzoso del puerto puede causar daños económicos sustanciales. En 2023, más de 52 millones de toneladas de mercancías por un valor de unos 80.000 millones de dólares ingresaron a Estados Unidos por la terminal de Baltimore, según la oficina del gobernador del estado de Maryland, Wes Moore.
El de Baltimore es el puerto más profundo de la Bahía de Chesapeake en Maryland y maneja el mayor volumen de transporte comercial de automóviles y camionetas ligeras de Estados Unidos, así como las mayores cantidades de azúcar y yeso importados.
Se trata del noveno puerto en importancia de Estados Unidos, en cuanto a carga y valor de carga de mercadería extranjera movilizada.
Su actividad genera más de 15.000 empleos directos y casi 140.000 indirectos.
La terminal marítima genera alrededor de 3.300 millones de dólares en ingresos totales cada año, según los Archivos del Estado de Maryland, y aporta casi 400 millones de dólares en ingresos fiscales anuales.
Más de 50 compañías de transporte marítimo utilizan el puerto cada año, para un total de casi 1.800 viajes al año.
Además de su uso como puerto importante para el transporte marítimo de contenedores, también sirve como terminal de cruceros.
El año pasado, más de 440.000 personas salieron del puerto de Baltimore, la mayor cantidad desde 2012, según la oficina del gobernador.
- Protección "inadecuada" -
Según el diseñador de puentes Robert Benaim, los grandes conectores físicos sobre terminales marítimas como ésta deben diseñarse de tal manera que se minimicen los daños en caso de colisión.
"Claramente la protección de los muelles en este caso fue inadecuada", afirmó.
"Un muelle o una columna de un puente nunca podrían resistir el impacto de un barco de gran porte. Hay que protegerlos de una colisión", añadió.
Por su parte, Toby Mottram, profesor de ingeniería estructural de la Universidad de Warwick, explicó que "es evidente que el muelle no pudo soportar la potencia del impacto, lo que provocó su falla y el posterior colapso de la armadura de acero y la superestructura de la plataforma de hormigón armado".
"La magnitud de los daños a la superestructura del puente parece desproporcionada con respecto a la causa, un tema que será investigado en el futuro", acotó el especialista.
E.Schneyder--NZN