Sri Lanka, en suspensión de pagos, recurre a la generosidad de su diáspora
Sri Lanka pidió el miércoles a sus ciudadanos residentes en el extranjero que den dinero al país, en suspensión de pagos y carente de divisas para importar víveres, medicamentos y carburante.
Este país insular de Asia de 22 millones de habitantes vive la peor recesión desde su independencia, en 1948. El país se declaró el martes en suspensión del pago de su deuda externa de 51.000 millones de dólares para liberar recursos para comprar carburantes, medicinas y otros bienes de primera necesidad
El gobernador del Banco Central, Nandalal Weerasinghe, exhortó en un comunicado a los esrilanqueses del extranjero a "apoyar al país en este crítico momento y dar las divisas que tanto necesitamos".
Se han abierto cuentas bancarias en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania para recibir las donaciones de los expatriados. Weerasinghe ha prometido gastar de forma adecuada este dinero.
El Banco central "garantiza que estas sumas en divisas serán utilizadas únicamente para la importación de bienes esenciales, incluyendo alimentación, carburantes y medicamentos", aseguró.
Sri Lanka utilizará los 200 millones de dólares que debía en principio pagar el lunes a sus acreedores en concepto de intereses, para importar bienes esenciales. dijo el gobernador.
- Escepticismo -
Contactados por la AFP, varios esrilanqueses residentes en el extranjero acogieron con escepticismo los llamados a donaciones del banco central.
"No nos importa ayudar, pero no confiamos en lo que va a hacer el gobierno con nuestro dinero" declaró a la AFP un médico esrilanqués residente en Australia.
Un compatriota informático que vive en Canadá dijo que no creía que el dinero fuera correctamente gastado.
"Podría ocurrir lo mismo que con los fondos del tsunami", afirmó aludiendo a los millones de dólares de donaciones que la isla recibió tras la catástrofe de diciembre de 2004, y que dejó en este país al menos 31.000 muertos.
Muchos esrilanqueses sospechan que sus dirigentes se quedaron con parte de esas sumas. De hecho el actual primer ministro Mahinda Rajapaksa fue obligado a restituir fondos de ayuda por el tsunami que habían sido acreditados en su cuenta bancaria personal.
Desde hace semanas los esrilanqueses sufren cortes de electricidad y graves penurias de alimentos, carburante y productos farmacéuticos. Gran parte de los 22 millones de habitantes del país están sumidos en la miseria.
La crisis, debido a la pandemia del covid-19 que privó al país de sus ingresos turísticos, se ha visto agravada por una serie de malas decisiones políticas, según los economístas.
El gobierno impuso una amplia prohibición de importaciones para preservar sus reservas de divisas extranjeras.
Esta crisis generó un gran movimiento de protesta popular contra el presidente Gotabaya Rajapaksa y su clan familiar.
En las últimas semanas estalló la ira de la población y la multitud intentó asaltar las casas de los gobernantes, mientras las fuerzas de seguridad dispersaban a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma.
El miércoles, y por quinto día consecutivo miles de personas seguían acampadas frente a la oficina del presidente Gotabaya Rajapaksa, en Colombo, frente al paseo marítimo de esta capital, para pedir su dimisión.
D.Graf--NZN