El beneficio de Repsol retrocede ante unas inversiones al alza
Los beneficios de la empresa energética española Repsol retrocedieron un 13% interanual en el primer trimestre, debido a un descenso de los precios del gas y al alza de sus inversiones que pretenden reforzar su presencia en el área de las energías renovables.
El resultado neto del gigante español alcanzó entre enero y marzo 969 millones de euros, frente a los 1.110 millones de euros del primer trimestre de 2023, según los resultados publicados el jueves por la empresa.
Su beneficio ajustado, el indicador que mide más específicamente el rendimiento de la empresa y que toman como referencia los inversores, se elevó hasta casi los 1.270 millones de euros, lo que supone un descenso del 33% en un año.
Este retroceso se explica por la bajada de los precios del gas, que cayeron un 32% interanual, mientras que los del petróleo experimentaron un alza, precisa el grupo energético en un comunicado.
El gigante español, que pretende consolidar su apuesta "multienergética", aumentó fuertemente sus inversiones durante los últimos meses, especialmente en el sector de las renovables.
Repsol, que comenzó estas últimas semanas a producir carburante renovable en su fábrica de Cartagena, en el sureste de España, invirtió 2.130 millones de euros en tres meses, la mitad en energías renovables.
En total, el grupo español prevé invertir entre 16.000 y 19.000 millones de euros de aquí a 2027, de los cuales el 60% serán en la península ibérica y el 35% en proyectos con baja emisión de carbono.
Los compromisos de Repsol en materia de descarbonización dieron lugar en últimas semanas a varios roces entre la empresa y el gobierno español, suspicaz sobre un posible recurso al "greenwashing", o lavado de imagen verde.
"En los últimos años hemos visto cómo proliferaba la publicidad de productos supuestamente verdes (...) Queremos evitar esas distorsiones y, por parte del Gobierno, tenemos que seguir vigilantes", aseguró a mediados de marzo la ministra de la Transición Ecológica Teresa Ribera, en referencia al gigante petrolero.
Estas críticas fueron rebatidas por el consejero delgado de Repsol, Josu Jon Imaz, que defendió el mantenimiento las actividades tradicionales de la empresa, así como sus esfuerzos para descarbonizarse.
"¿La ministra quiere que cerremos las refinerías que dan en España (...) 28.000 empleos? ¿Es esto lo que queremos como sociedad?", lanzó Imaz.
"La industria es clave para la solución. Por eso vamos a pelear con uñas y dientes para continuar transformando y continuar mejorando nuestras refinerías", y "mantener y hacer crecer el empleo industrial en España", agregó.
W.Vogt--NZN