La dura vida de los chadianos un año después de la muerte de Idriss Déby
En un día de trabajo vendiendo agua en Yamena, Alain gana apenas 2.000 francos CFA, unos 3 euros (3,3 dólares).
Desde que Mahamat Idriss Déby Itno llegó al poder hace un año, Alain, de 18 años, vive cada vez peor.
"Este año es particularmente difícil porque no puedo vender mis productos", dice a la AFP.
"La gestión de Déby padre era mejor que la de su hijo", agrega en voz baja.
Chad (16 millones de habitantes) es el tercer país menos desarrollado del mundo, según la ONU.
Con el 42% de su población viviendo por debajo del umbral de la pobreza, según el Banco Mundial, alrededor de 5,5 millones -un tercio de los habitantes- necesitan "ayuda humanitaria de emergencia", advierte la ONU.
La guerra en Ucrania provocó el aumento de los precios del aceite y el pan.
Los cortes de electricidad, el mal estado de las carreteras y la baja de los ingresos petroleros complican aún más la vida cotidiana desde que Mahamat Idriss Déby sucedió en el poder a su padre, Idriss Déby, que dirigió el país firmemente durante treinta años.
El día en que el ejército anunció la muerte de Idriss Déby en combate, su hijo, un joven general de 37 años, fue nombrado presidente de transición por una junta militar de 15 generales.
Chad gasta "entre el 30 y el 40%" de su presupuesto nacional en defensa, según un informe del International Crisis Group, que las autoridades rechazan.
Según la UNESCO, en 2019, el presupuesto de educación representó solo el 2,37% del PIB.
- "Los precios se disparan" -
Para Moussa Nouerma, un vendedor ambulante de cigarrillos de 29 años, la vida también es difícil.
"Esta actividad no es rentable, pero tengo que hacerla por mi propia supervivencia", dice, con su mercancía en equilibrio sobre la cabeza.
"Sentimos más el alto costo de la vida bajo el poder de Déby hijo", se queja, lamentando en particular los "numerosos cortes de electricidad", pero también poniendo como ejemplo el precio de un simple plato de arroz.
"Hace un año, costaba 250 francos (unos 37 céntimos de euro), frente a los 300 francos actuales (45 céntimos)", señala.
En las callejuelas del gran mercado central de la ciudad, en el distrito de Ambassatna, abundan los mendigos.
Lea, de 30 años, se detiene ante un puesto para comprar verduras. Está sorprendida por los precios. "Este año no podemos ni llenar las cestas, los precios se han triplicado en los mercados", dice indignada.
Desde hace varios meses se organizan en Yamena manifestaciones contra el alto costo de la vida.
"La cuestión social es un problema para las autoridades", explica a la AFP Kelma Manatouma, politólogo chadiano. "Puede causar disturbios", advierte.
G.Kuhn--NZN