Encontrar su alma gemela en una Rusia dividida por el conflicto en Ucrania
¿Qué mostrar de sí mismo en las aplicaciones de citas cuando se detesta el asalto contra Ucrania o se teme la represión? O, al contrario, ¿cómo hacer "match" con un admirador del Kremlin? Los jóvenes rusos en busca de amor explican sus estrategias.
Tinder dejó de funcionar en Rusia en junio de 2023 pero las aplicaciones rusas están en pleno auge, entre ellas VK Dating, creada en 2021 por VKontakte, una especie de Facebook, controlado por el Estado, y que afirma tener 32 millones de usuarios activos.
Las citas se han convertido en un desafío de seguridad en un país donde miles de rusos fueron denunciados, multados, e incluso encarcelados por sus opiniones.
El mercado de las citas también refleja la profunda división entre los opositores y los partidarios del conflicto.
Julia, una fotógrafa independiente de 21 años, es una usuaria habitual de aplicaciones de citas.
Esta joven de cabello corto y oscuro eliminó de su perfil su oposición a la ofensiva contra Ucrania o su tolerancia hacia la comunidad LGTBI+, ya que estas ideas podrían dar lugar a procesos penales.
"Para evitar los 'likes' de los 'patriotas', pongo mis preferencias musicales: Zemfira, Monetotchka o DDT", un indicio de sus opiniones políticas, ya que estos músicos se oponen al ataque contra Kiev, cuenta a la AFP bajo anonimato.
Solo una minoría de jóvenes que viven en Rusia estarían en contra del conflicto. El 59% de los jóvenes de entre 18 y 24 años aprueban la acción del ejército ruso, mientras que 30% no la apoya, según una encuesta de junio del centro independiente Levada.
Varios grupos en las redes sociales proponen "citas patrióticas" entre partidarios del gobierno.
Es el caso de Arseni Blavatski, de 24 años. Un día de julio este responsable de relaciones públicas participa en su cuarta sesión de citas rápidas.
Aunque asegura "no buscar amigos según sus posturas políticas", cuando se trata de amor, para él es primordial evitar conflictos ideológicos.
Esa noche, después de conocer a una decena de chicas en un restaurante moscovita, el joven eligió a dos. Aún no sabe "si habrá compatibilidad".
- Nadie puede ser apolítico -
Arseni, partidario de Vladimir Putin, busca "una pareja ideológicamente afín porque desde febrero de 2022, nadie puede ser apolítico".
Katia Anikievitch y Matvéi Klestov, ambos de 21 años, se conocieron en enero recolectando firmas para la candidatura de Boris Nadezhdin, un opositor que quería desafiar a Vladimir Putin en las elecciones presidenciales.
Durante esa campaña "miles de personas hablaban libremente", relata Matvéi, estudiante de historia.
Las autoridades finalmente rechazaron la candidatura de Nadezhdin. Pero no importa. Para Katia y Matvéi, la vida cambió.
Desde entonces van a apoyar en los tribunales a activistas antiguerra encarcelados y participan en eventos donde se escriben cartas a los presos políticos.
"Katia comparte mis opiniones, eso da ganas de seguir viviendo", resume Matvéi.
El mismo espíritu existe en otra pareja que se formó en una manifestación del partido nacional-bolchevique "Otra Rusia", que critica al gobierno pero apoya el ataque contra Ucrania y fue creado por el fallecido escritor Eduard Limónov.
María Smoktiy, morena de 18 años, y Mijaíl Galiachkine, joven rubio de 24 años, reciben a la AFP en la cocina de su pequeño apartamento moscovita, bajo la bandera de su movimiento.
María dice haber abandonado sus estudios de árabe para partir junto con Mijaíl, "un aventurero consumado", a llevar ayuda humanitaria a las zonas controladas por Moscú en el este de Ucrania.
"Cuando ocurre un evento histórico ves de inmediato quién te corresponde y quién no", analiza la joven acariciando un busto de Lenin que preside la mesa.
La pareja "nacional-bolchevique" viaja mucho por Rusia, va al teatro, organiza manifestaciones no autorizadas que a menudo conducen a Mijaíl a pasar unos días en prisión.
Pero los opuestos se atraen y algunas uniones se forman a pesar de las diferencias. Como la de Lev, de 28 años, vendedor en una librería patriótica en Moscú, y Eugenia, de 20 años, profesora de inglés.
"Conservador obstinado", según su propia confesión, Lev está a punto de casarse con una "liberal, abierta a occidente".
"Es mi opuesto, me contradice y, a menudo, termino dándole la razón", confiesa.
E.Schneyder--NZN