Iberdrola registra un alza de beneficios del 19% en el tercer trimestre
El beneficio neto del gigante energético Iberdrola aumentó un 19% en el tercer trimestre, a pesar de registrar una bajada en su facturación debido al descenso de su producción de electricidad, salvo en renovables.
La compañía española, convertida en una de las líderes mundiales del sector, sumó 1.340 millones de euros (unos 1.445 millones de dólares) de beneficios entre julio y septiembre, frente a los 1.120 millones del mismo periodo de 2023, según los resultados publicados el miércoles por la empresa.
Esta cifra supera las previsiones de los analistas consultados por el proveedor de información financiera Factset, que proyectaban una media de 1.150 millones de euros de beneficio neto.
Iberdrola alcanzó este resultado a pesar de una bajada de su facturación, que alcanzó 10.470 millones de euros, frente a 10.930 millones en el tercer trimestre de 2023, debido a una bajada de su producción mundial de electricidad.
En los nueve primeros meses del año, el beneficio del grupo energético se estableció en 5.470 millones de euros, un 50% más que hace un año. Su resultado bruto de explotación alcanzó 13.270 millones de euros, frente a 10.780 millones del año pasado.
Estos buenos resultados se explican en parte por la venta al Estado mexicano de 13 centrales eléctricas que Iberdrola poseía en ese país, concluida tras un largo pulso con el gobierno mexicano.
Esta operación, que alcanzó una cantidad total de 6.200 millones de euros y se hizo efectiva a finales de febrero, aportó una contribución extraordinaria de 1.160 millones en el resultado neto de la empresa en los nueve primeros meses de 2024.
Estos números se explican igualmente por los buenos resultados operacionales en el sector de las energías renovables, impulsados por el nivel de inversión récord de 12.300 millones de euros en los últimos doce meses, un 13% más que hace un año.
La publicación de estos resultados llega en pleno debate en España sobre el futuro de un impuesto excepcional sobre los grandes grupos energéticos y bancarios, instaurado inicialmente para dos años, pero que el gobierno pretende hacer permanente más allá de 2024.
Esta decisión suscitó intensas reacciones en algunas empresas afectadas, como el grupo petrolero Repsol, que decidió congelar todos sus proyectos de inversión en hidrógeno verde en España.
Iberdrola, que también se opone a esta medida fiscal, todavía no indicó si contempla hacer lo mismo. A final de marzo, el grupo anunció que proyectaba 41.000 millones de euros de inversiones entre 2024 y 2026, principalmente en Estados Unidos (35%), Reino Unido (24%) y en la península ibérica (15%), según la empresa.
O.Hofer--NZN