La Eurocámara aprueba la nueva Comisión Europea, centrada en reforzar la economía y la defensa del bloque
Los eurodiputados dieron este miércoles su visto bueno a la nueva composición de la Comisión Europea, que el 1 de diciembre iniciará un mandato que según su presidenta, Ursula von der Leyen, estará centrado en reforzar la defensa y la economía del bloque.
Los eurodiputados aprobaron la nueva composición del poder ejecutivo de la UE por 370 votos a favor, 282 en contra y 36 abstenciones.
Al presentar su equipo de 26 comisarios y comisarias, Von der Leyen, quien encara su segundo mandato al frente de ese órgano de gobierno, advirtió que la UE "no tiene tiempo que perder" en el refuerzo de su defensa y su economía.
"No tenemos tiempo que perder, y debemos ser tan ambiciosos como las amenazas son serias", apuntó ante la plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.
"La seguridad europea será siempre una prioridad de esta Comisión", agregó.
La guerra, dijo Von der Leyen, está en las "fronteras de Europa y debemos estar preparados para lo que nos espera".
La alta funcionaria alemana sostuvo que la libertad y la soberanía del bloque europeo depende "más que nunca" de su poderío económico.
Por eso, dijo, una de las prioridades de la nueva Comisión será actuar para fortalecer la competitividad del bloque.
Von der Leyen adelantó que se propone ponerse al frente de un "diálogo" con la industria automotriz de la Unión.
Esos contactos se mantendrán "bajo mi dirección, porque le doy gran importancia a este sector. De él dependen millones de puestos de trabajo", dijo.
El sector, dijo Von der Leyen, atraviesa una "transición muy profunda y disruptiva".
La UE decidió eliminar los automóviles con motor de combustión interna a partir de 2035, con metas intermedias para 2025 en materia de emisiones, y los fabricantes piden ayuda al bloque para adaptarse a las nuevas normas.
- Desbloqueo -
La definición de la composición de la Comisión había quedado bloqueada hace apenas una semana, pero un acuerdo de los tres principales bloques políticos desatascó la situación y abrió el camino a la sesión de este miércoles.
Al final, la validación de este lunes fue posible gracias a un acuerdo sellado entre el Partido Popular Europeo (PPE, derecha), los Socialistas y Demócratas (S&D, centro izquierda) y Renew (liberales centristas).
Además, el pacto compromete al PPE a mantenerse en esa alianza, pilar fundamental de los grandes acuerdos en el Parlamento Europeo, y evita que busque constituir una mayoría con la extrema derecha.
El proceso había quedado encallado por las objeciones de S&D y Renew a la designación del italiano Rafaelle Fitto, del ultraderechista partido Hermanos de Italia, como uno de los vicepresidentes de la Comisión.
En contrapartida, el PPE objetó la designación de la socialista española Teresa Ribera como vicepresidenta primera, y de esa forma todo el proceso quedó en punto muerto.
Pero Von der Leyen tenía prisa en lograr la confirmación de su equipo, ya que la UE busca desesperadamente definir un plan para hacer frente a los desafíos geopolíticos que el bloque tiene por delante.
- Desafíos -
El más urgente está representado por el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, y la posibilidad de tensiones comerciales.
La nueva Comisión también debe desarrollar un plan colectivo para gestionar la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto en Oriente Medio y las crecientes tensiones comerciales con China.
La derecha controla nada menos que 15 de las 26 carteras de la Comisión. Para el alemán Manfred Weber, presidente del PPE, el bloque mayoritario en el Parlamento Europeo, se trata de un equipo "muy equilibrado".
Weber, sin embargo, ha recibido fuertes críticas por su disposición a aproximarse de los partidos de la extrema derecha en el Parlamento en busca de apoyos.
Este miércoles, la jefa del bloque S&D, la española Iraxte García, advirtió que "los acuerdos se cumplen". El apoyo socialdemócrata al acuerdo con la derecha y los centristas "no es un cheque en blanco", agregó.
La designación del ultraderechista Fitto sigue siendo una herida abierta, y por ello una veintena de legisladores del bloque S&D votaron contra la nueva Comisión y un puñado prefirió abstenerse.
De igual forma, una veintena de eurodiputados del PPE (en absoluta mayoría provenientes del Partido Popular español) votaron en contra de la presencia de Ribera en la Comisión.
El bloque de los Verdes también llegó dividido a la votación, con legisladores en las tres opciones de voto.
P.Gashi--NZN