NASA y Boeing se unen para desarrollar aviones con menos emisiones
La agencia espacial estadounidense NASA y el gigante de la aviación Boeing desarrollarán un avión comercial de nueva generación que emita menos carbono.
La NASA, cuyo alcance también incluye la investigación aeronáutica, invertirá 425 millones de dólares en siete años en el proyecto "Demostrador de Vuelo Sostenible" (SFD), mientras que Boeing y sus socios gastarán un estimado de 725 millones de dólares.
El objetivo es producir futuros aviones comerciales que sean "más eficientes en el consumo de combustible, con beneficios para el medio ambiente, la industria de la aviación comercial y los pasajeros de todo el mundo", dijo el jefe de la NASA, Bill Nelson.
"Si tenemos éxito, es posible que veamos estas tecnologías en los aviones (...) en la década de 2030", dijo Nelson en un comunicado el miércoles.
El acuerdo prevé que la NASA y Boeing construyan, prueben y hagan volar un de avión de pasillo único a escala real.
"Las tecnologías demostradas y ensayadas en el marco del programa SFD informarán a futuros diseños y podrían dar lugar a grandes avances aerodinámicos y mejoras en la eficiencia del combustible", declaró Boeing.
El ingeniero jefe de Boeing, Greg Hyslop, dijo que "tiene el potencial de hacer una importante contribución hacia un futuro sostenible".
Los ingenieros tratarán de diseñar un avión con un consumo de combustible y unas reducciones de emisiones de hasta el 30% en relación con los aviones de pasillo único más eficientes de la actualidad, según la NASA.
La agencia tiene previsto completar las pruebas del SFD a finales de la década de 2020 para que las tecnologías y el diseño puedan aplicarse a la próxima generación de aviones de pasillo único.
Los aviones de pasillo único son los más comunes en las flotas de las aerolíneas y representan casi la mitad de las emisiones de la aviación mundial, asegura la NASA.
Boeing y la NASA planean probar en vuelo un ala innovadora, conocida como ala transónica reforzada, que reduce la resistencia aerodinámica y el consumo de combustible.
Estas alas extralargas y delgadas se montan en la parte superior del fuselaje y se estabilizan mediante puntales diagonales.
La NASA y Boeing afirman que el desarrollo de esta nueva generación de aviones podría ayudar a cumplir el objetivo de la Casa Blanca y de la industria de reducir a cero las emisiones de carbono de la aviación para 2050.
R.Schmid--NZN