Pobres de Sierra Leona arrebatan espacio al mar para construir sus casas
La casita de tejado de hojalata frente a la que la sierraleonesa Lamrana Bah vende refrescos fue construida por ella misma del piso al techo. O, quizás, debería decir del fondo del agua al techo.
Como esta viuda, madre de seis hijos, la mayoría de los residentes de esta barriada empobrecida de cerca de la capital de Sierra Leona, Freetown, levantaron sus casas sobre una tierra "ganada" al mar.
A través de un proceso llamado "banking", los pobladores acumulan llantas, basura y sacos de tierra en el agua y compactan esa mezcla con barro para construir sus casas encima.
Es una solución ante el problema de sobrepoblación de Freetown, agravada por una guerra civil que duró una década.
Pero las casas construidas mediante el "banking" enfrentan numerosos peligros, desde inundaciones hasta incendios, y sufren por la falta de caminos y servicios básicos.
- "Tecnología local" -
Bah vivía en un apartamento en la ciudad, pero tras la muerte de su esposo no podía seguir pagando el alquiler.
Invirtió 350 dólares entre 2014 y 2018 para construir su casa en Cockle Bay, que tiene electricidad pero carece de agua.
"Mi madre ya no paga arriendo y no tenemos problemas con nadie. Permanecemos en nuestra casa, estoy feliz por eso", comentó a la AFP su hijo, Prince Anthony, durante una visita el año pasado.
Como otras casas de la zona, la suya es de un piso y fue construida originalmente con acero corrugado y Bah la reforzó más tarde con paredes de cemento.
El asentamiento fue creciendo y al final, su casa quedó a unos 500 metros de la orilla del mar.
Cerca de un tercio de los 1,5 millones de habitantes de Freetown viven en chozas, según el Ayuntamiento de la ciudad.
La población creció durante la guerra civil de 1991 a 2002, cuando miles de personas huyeron de la violencia en las diferentes regiones del país.
Pero la capital está situada en una península entre el Atlántico y las montañas, y una expansión informal en cualquier dirección es un peligro.
En 2017, un deslizamiento arrasó un asentamiento en una ladera, dejando más de mil muertos.
En los callejones de Cockle Bay, las mujeres venden nueces y bocadillos, mientras los hombres llegan en barcos para vender carbón.
No todos los habitantes son pobres. En una zona más antigua hay casas sólidas, grandes, pintadas de amarillo y verde con limoneros, cocoteros y árboles de papaya y de aguacate.
"Aquí vivimos felices, sin problemas. ¿Ves a los niños jugando?", comentó Fatu Dumbuya, una peluquera de 33 años, mientras trenzaba el cabello de una clienta.
Dumbuya, quien solía vivir en la ciudad con sus suegros, dice que es más feliz ahora en su propia casa.
El "banking" es "una tecnología local", afirmó, orgullosa, la clienta.
- Fuego e inundaciones -
La Federación de Pobres Urbanos y Rurales (FEDURP), una organización comunitaria, calcula que unas 198.000 personas viven en asentamientos en el litoral de Freetown.
"Nuestro principal desafío son las inundaciones y los incendios", dice Nancy Sesay, residente de Susan's Bay, una comunidad ganada al mar cerca del centro.
Unas 500 casas de la localidad fueron destruidas en un incendio en 2021, y en enero, otro incendio causó estragos en la comunidad.
"Cuando llueve no dormimos, la basura se levanta y flota con un olor muy malo, y todos gritan 'despierta'", contó Sesay mientras caminaba junto a un canal de agua pútrida.
La falta de caminos de acceso dificulta la entrada de ambulancias y camiones de bomberos en casos de emergencia.
"Cada año, en los últimos cinco a siete años, hemos tenido desastres durante la temporada lluviosa", indicó Joseph Macarthy, jefe del Centro de Investigación Urbana de Sierra Leona.
"A muchos no les importa que su vida esté expuesta a un desastre (...). Una vez que están allí, saben que pueden conseguir (un poco de dinero) que les servirá al menos para un plato de arroz", explicó.
- Riesgo climático -
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió en enero que las inundaciones costeras debidas al calentamiento global podrían afectar a casi 900 millones de personas, causando "un éxodo masivo de poblaciones enteras a escala bíblica".
La alcaldesa de Freetown defiende que la solución es crear destinos más atractivos económicamente fuera de la ciudad.
"Lo que quieren no es Freetown, quieren empleos, comida, acceso a la salud", declaró a AFP la alcaldesa, Yvonne Aki-Sawyerr. "Si les das un sitio para irse, se irán a otro sitio".
Aún así, la ciudad trabaja en mejorar las condiciones en los tugurios con ayuda de agencias de desarrollo, con las que instalaron inodoros públicos y grifos de agua en Susan's Bay.
Aún así, el Ayuntamiento y las organizaciones instan a los locales a detener la expansión de viviendas.
"Cuando el mar regresa a recuperar su espacio, causa muchos desastres", advirtió Andrew Saffa, de FEDURP.
W.O.Ludwig--NZN