Una nueva "cortina de hierro" cae sobre Europa con la invasión rusa de Ucrania
Una nueva "Guerra Fría", un país amenazado de verse "borrado del mapa" y el espectro de un "apocalipsis" nuclear. Con la invasión rusa de Ucrania, Europa se reencontró brutalmente con la división frontal entre bloques y con la guerra.
"Ha caído una nueva cortina de hierro que separa a Rusia del mundo civilizado", declaró el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Desde 1945 hasta la caída del Muro de Berlín en 1989, Europa quedó dividida entre el "Este" soviético y el "Oeste" occidental. "Desde Szczecin (Polonia) en el Báltico a Trieste (Italia) en el Adriático, una cortina de hierro se ha abatido sobre el continente", decía el ex primer ministro británico Winston Churchill en marzo de 1946.
Y ahora, 75 años después, el presidente y comandante en jefe de Rusia, Vladimir Putin, no esconde su objetivo en Ucrania: deponer a sus dirigentes prooccidentales y devolver esta antigua república soviética a la esfera de Moscú.
"Este es un intento de cambiar con el uso de la fuerza las fronteras en Europa, quizás incluso de borrar un país entero del mapa", dijo el canciller alemán Olaf Scholz.
"Lo que quería Putin es la sumisión de Ucrania y continuará aparentemente su ofensiva hasta el final", ahondó el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian.
- "Punto de inflexión" -
La ofensiva rusa traslada al continente a sus horas más sombrías de siglo XX: desde la ofensiva de la Alemania nazi contra la URSS en 1941 a la división de Europa dictada en la conferencia de Yalta en 1945.
La invasión de Ucrania constituye "un punto de inflexión en la historia de Europa y de nuestro país", con "consecuencias duraderas y profundas en nuestras vidas" y "en la geopolítica de nuestro continente", predijo el presidente francés Emmanuel Macron.
Si Rusia "engulle" a Ucrania, la OTAN y Rusia se encontrarán frente a frente, en una frontera desde los Estados bálticos y Polonia hasta Bulgaria y Rumania.
A cada lado de esta línea, tropas y armamento pesado se encontrarán nuevamente cara a cara. Estados Unidos y la OTAN anunciaron el envío de miles de soldados hacia sus aliados en Europa del Este, todos salidos del manto de la antigua Unión Soviética.
Con el refuerzo de 7.000 hombres anunciado el jueves, Estados Unidos dispondrá de 90.000 soldados en Europa. Francia enviará 500 militares a Rumania e Italia se dijo preparada para desplegar 3.400 efectivos suplementarios en Europa Oriental.
Y Bielorrusia, otra antigua república soviética desde donde Rusia lanzó el asalto a Ucrania, puede convertirse en un "satélite" de Moscú tras un referéndum constitucional el domingo, que podría permitir al Kremlin estacionar fuerzas, incluso infraestructuras nucleares.
- "Esfera de influencia" -
"La guerra contra Ucrania tendrá una montaña de repercusiones sobre todo el eje que va de Báltico al mar Negro", señala Jean-Sylvestre Mongrenier, experto en el Institut Thomas More de Francia.
"La presión sobre Polonia y los países bálticos va a ser mucho más fuerte. Podemos fácilmente imaginar que Putin exija a Lituania el libre pasaje para acceder al enclave de Kaliningrado, por ejemplo", dice.
Para el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, el líder del Kremlin no solo quiere "reconstituir el imperio soviético" sino también "restablecer la esfera de influencia" de Rusia en los países que antes formaban el bloque soviético y ahora integran la OTAN.
"Si llegamos a una amenaza más allá de las fronteras de Ucrania, (Putin) encontrará algo más potente en su camino. Es el artículo 5 de la OTAN: un ataque contra uno es un ataque contra todos", señaló Blinken en referencia a la obligación de asistencia mutua entre miembros de la alianza.
Por su parte, el presidente ruso prometió "espantosas consecuencias" a todos aquellos que intenten frenar sus planes, en referencia al arsenal nuclear ruso.
"Vladimir Putin tiene que entender que la Alianza Atlántica es también una alianza nuclear", respondió el ministro francés Le Drian, un recordatorio de la política de disuasión nuclear entre Este y Oeste en la Guerra Fría.
G.Kuhn--NZN