Ucranianos y rusos protegen sus relaciones en el Consejo de Europa
Ucranianos y rusos que trabajan en el Consejo de Europa, en la ciudad francesa de Estraburgo, mantienen a cualquier costo sus relaciones dentro de la institución que ha sido sacudida por la invasión de Rusia a Ucrania.
El Consejo de Europa es una institución internacional de promoción de los derechos humanos, que no pertenece al ámbito de la Unión Europea y de la que forman parte tanto Rusia como Ucrania.
Alrededor de 2.000 personas trabajan en la sede del Consejo de Europa, y rusos y ucranianos tiene aproximadamente el mismo número de empleados, alrededor de 100 cada uno, de acuerdo con la institución.
Ante la realidad del conflicto, la secretaria general del Consejo, Marija Pejcinovic Buric, hizo un llamado a mantener la amabilidad en las oficinas "incluidos los colegas rusos", pero según dijo a AFP "a veces es difícil".
Los empleados ucranianos tienen derecho a una licencia excepcional, añadió.
En señal de este deseo de unidad, unos de 200 funcionarios del Consejo -incluidos ucranianos y rusos- se reunieron el miércoles delante de la sede de la institución para pedir paz.
Entre esos manifestantes, se encontraba Nicolas Sorochynskyy, un franco-ucraniano de Odesa.
"Mi sensación personal es que los rusos que están aquí buscan defender los valores (del Consejo), no son los rusos los que apoyan el régimen" en Moscú, dijo este jurista del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, un tribunal brazo del Consejo de Europa.
Los rusos que se oponen a Vladimir Putin "son como víctimas inocentes de esta guerra", aunque obviamente "mucho menos que las víctimas ucranianas", apuntó Sorochynskyy, quien cuenta seis familiares que fueron evacuados de Odessa.
"Todavía no he hablado con muchos colegas rusos" pero "ciertamente algunos entienden lo que está pasando, incluso si tienen miedo de hablar de ello porque sus familias están en Rusia: piensan que si dicen algo, saldrá mal", señaló Anastasiia, una funcionaria ucraniana de 31 años, también de Odessa.
Su madre pudo salir recientemente de la ciudad pero sus abuelos, que vivieron la Segunda Guerra Mundial, se quedarán allí, apuntó la mujer, quien prefirió no dar su identidad completa.
- Ambiente "complicado" -
"Tengo muchos amigos rusos, colegas rusos que son realmente muy, muy buenos, me apoyan, piensan que no es normal lo que está pasando", dijo.
Un funcionario francés que prefirió el anonimato dijo que no han disputas aunque "el ambiente es muy complicado".
En tanto, un funcionario ruso aseguró no haber tenido "ningún conflicto o malentendido con mis colegas ucranianos", aunque también solicita el anonimato.
La ofensiva rusia en Ucrania es "incomprensible para nosotros. Es difícil para todos".
Ambos, no obstante, insisten en un punto: hablan a título personal y no expresan ni la posición del Consejo ni la de la comunidad rusa.
"Tratamos de mostrar nuestra solidaridad [con colegas ucranianos. Es muy difícil porque ahora ven a Rusia como unos bárbaros que están bombardeando", dijo el funcionario ruso consultado.
La ofensiva rusa "niega todos los valores del Consejo" y el país quedará aislado internacionalmente "durante al menos una generación", añadió.
Una colega dice estar "profundamente conmocionada" por la agresión y llamó a evitar "asociar las acciones" de Rusia "con las posiciones personales de muchos rusos".
"No me avergüenzo de ser rusa", pero "no es mi guerra", apuntó.
M.J.Baumann--NZN