Drones armados artesanales de los rebeldes yemenitas amenazan los Emiratos
Drones armados artesanales capaces de recorrer más de mil kilómetros amenazan los Emiratos Arabes Unidos, que ya fueron impactados por ese tipo de armas de los rebeldes hutíes de Yemen.
Estos aparatos rudimentarios, que utilizan piezas en venta libre, fueron utilizadas en dos ataques contra Emiratos, miembro de una coalición militar dirigida por Arabia Saudita y que enfrenta a los rebeldes.
Arabia Saudita interviene desde 2015 en Yemen, país devastado por la guerra y una grave crisis humanitaria, para apoyar el gobierno yemenita contra los huties, cercanos de Irán.
Un ataque de drones y misiles contra Abu Dabi causó tres muertos el 17 de enero, seguido el lunes por dos disparos de misiles balísticos, interceptados por las fuerzas estadounidenses con sede en la capital emiratí.
Los rebeldes, que recientemente conocieron una serie de reveses en Yemen, donde perdieron terreno frente a una fuerza formada por los Emiratos, dijeron que utilizaron esos drones en el ataque del lunes.
Esta amenaza de los rebeldes "no debe convertirse en la nueva norma para los Emiratos", afirmó el jueves a la AFP un responsable emirati que pidió el anonimato.
Emiratos "están listos a defenderse. Los recientes ataques solo reforzaron nuestro compromiso de proteger el bienestar de nuestros residentes", agregó.
- "Fácilmente accesibles" -
Las armas, fabricadas por los hutíes son poco frente a los sistemas de defensa antimisiles de varios miles de millones de dólares de los Emiratos, que figura entre los primeros importadores de material militar en el mundo.
Según rebeldes y analistas, sus drones Samad-3 tienen un alcance de unos 1.500 kilómetros, o sea la distancia entre Abu Dabi y Sanaa, la capital de Yemen controlada desde 2014 por los hutíes.
Hasta hace poco drones y misiles tenían por objetivo Arabia Saudita, fronteriza con Yemen, causando víctimas entre los civiles y dañando infraestructuras, especialmente instalaciones petrolíferas y aeropuertos.
"Emiratíes y sauditas tienen dificultades para rechazar esos ataques", indica James Rogers, especialista en asuntos de defensa e investigador asociado a la London School of Economics.
"Los ataques de drones y misiles son conocidos por ser difíciles de rechazar, particularmente cuando varias armas son enviadas al mismo tiempo", agregó.
Los hutíes utilizan drones y misiles de medio alcance que vuelan "a baja altura y velocidad, difíciles de detectar por los radares convencionales", agregó.
Esta estrategia eficaz y poco costosa es también adoptada por el movimiento palestino Hamas, que dispara desde la franja de Gaza contra Israel, así como por combatientes chiitas que los lanzan contra las fuerzas estadounidenses en Irak.
Los drones son también utilizados por los ejércitos convencionales, especialmente por los estadounidenses como cuando ocurrió el asesinato del general Qassem Soleimani, alto comandante iraní, en Irak en 2020.
Arabia Saudita y Estados Unidos acusan a Irán de suministrar drones, misiles y otras armas a los hutíes, lo que el gobierno de Teherán desmiente.
Los rebeldes yemenitas por su parte aseguran que fabrican los drones localmente, pero los componentes son iraníes, afirman los analistas.
Según James Rogers, quien realizó la inspección de los drones rebeldes decomisados, "muchos de ellos eran reproducciones locales de sistemas militares, similares a los fabricados por Irán".
Este material es completado por motores, cables, cámaras y sistemas de control "fácilmente accesibles", lo que hace a los rebeldes más autónomos, agregó el investigador.
- Sistemas viejos -
El Samad-3, el dron más avanzado de los hutíes, puede ser equipado con 18 kilos de explosivos, según analistas y medios rebeldes.
Estos drones utilizan un GPS y "vuelan de manera autónoma a lo largo de puntos de referencia preprogramados", explican los expertos del centro de reflexión Center for Strategic and International Studies (CSIS), en un informe de 2020.
Los Emiratos firmaron en 2011 un contrato de varios miles de millones de dólares por el sistema de protección antimisiles THAAD (Theater High Altitude Area Defense), suministrado por la empresa estadounidense Lockheed Martin.
La semana pasada, Emiratos también firmó un contrato de defensa antimisil de 3.500 millones de dólares con una empresa surcoreana.
Respecto a Arabia Saudita, su sistema de defensa antimisil Patriot, de fabricación estadounidense, tiene un balance reducido en términos de interceptación de los disparos provenientes de Yemen.
Según los expertos, no es concebido para rechazar drones que vuelan a baja altura.
Arabia Saudita posee 80 radares de defensa aérea autónomos, pero muchos están viejos.
F.E.Ackermann--NZN