Israel ayudó a derrocar a Al Asad pero no fue intencional, según analistas
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró el domingo que la caída de Bashar al Asad en Siria fue consecuencia directa de las acciones de Israel en la región, algo que analistas de su país consideran solo parcialmente cierto.
Bajo creciente presión interna por la situación de los rehenes en Gaza y un juicio por corrupción, Netanyahu afirmó que la caída de Asad fue "resultado directo de los golpes que le hemos infligido a Irán y Hezbolá, los principales apoyos de Asad".
Danny Citrinowicz, investigador del Instituto para los Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv, dijo a la AFP que Israel ayudó a precipitar los acontecimientos en Siria, pero que la caída de Asad fue una consecuencia no intencional.
"Es obvio que lo que hizo Israel definitivamente llevó a eso, pero dudo que tuvieran una estrategia para hacerlo", comentó.
Netanyahu advirtió a Al Asad el 27 de noviembre, día del inicio de la ofensiva rebelde en Siria, que estaba "jugando con fuego" al apoyar a Hezbolá y ayudar a transferir armas a Líbano.
"Pero nunca supo que Jolani pretendiera iniciar un ataque", señaló Citrinowicz en referencia a Abu Mohamed al Jolani, el jefe del grupo rebelde islamista que dirigió la ofensiva en Siria.
"Y, desde luego, nadie calculó cómo el hecho de que Irán y Hezbolá estuvieran tan debilitados dañaría la capacidad de Al Asad de protegerse a sí mismo y a su régimen", acotó.
Analistas también señalaron que Rusia, un importante respaldo militar que estaba ocupada con Ucrania, sería un factor adicional en la caída de Asad.
Aviv Oreg, analista del Centro Meir Amit y ex oficial de inteligencia israelí, consideró que hay algo de cierto en lo dicho por Netanyahu.
"Es como piezas de dominó (...) cae la primera y luego la segunda y así", comentó a AFP.
Citó los ataques contra Hezbolá en Siria y Líbano, que Israel escaló dramáticamente a fines de septiembre, como un factor en la caída de Asad.
"Hezbolá tenía muchos, muchos soldados en Siria y ahora se fueron", indicó.
Pero también citó la capacidad de los rebeldes sirios de "conducir una ofensiva tan agresiva".
- Cambio de estrategia -
Los analistas destacaron que durante la guerra civil, Israel nunca apoyó un cambio de gobierno en Siria.
Hablando antes de la caída del presidente sirio, Didier Billion del centro de estudios IRIS, en París, comentó que Israel parecía "preferir la continuación" de Al Asad sobre la posible "llegada al poder de grupos islamistas o yihadistas".
Oreg dijo que Netanyahu no podía haber anticipado las consecuencias para Siria de las acciones israelíes, pero que la decisión de escalar rápidamente el combate contra Hezbolá fue un "enorme éxito militar".
Hezbolá fue un soporte clave de Al Asad durante la guerra civil, con miles de combatientes.
Pero Citrinowicz señaló que las recientes decisiones de Netanyahu cambiaron estrategias de larga data después del sorprendente ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Antes del inicio de la guerra en Gaza, Netanyahu tenía miedo de atacar la red iraní de grupos anti israelíes, incluyendo a Hezbolá.
Eso cambió con el ataque de Hamás: Israel no solo libró una guerra abierta contra Hezbolá, sino que mató a la mayoría del alto mando del grupo, incluyendo a su líder Hasán Nasralá y varios comandantes iraníes.
"No había una estrategia, pero las cosas salieron tan bien que, en retrospectiva, se puede decir que fue una 'estrategia asombrosa'", según Citrinowicz.
E.Leuenberger--NZN