Nuevo hombre fuerte de Siria promete que todas las armas quedarán bajo control estatal
El nuevo hombre fuerte de Siria, Ahmed al Sharaa, se comprometió el domingo a que todas las armas del país queden bajo control del Estado, dos semanas después de la fulgurante ofensiva rebelde que derrocó al presidente Bashar al Asad.
Al Sharaa se comprometió igualmente a poner fin a la influencia siria "negativa" de Siria en Líbano, en declaraciones dadas en Damasco junto al canciller turco, Hakan Fidan.
Turquía respaldó a algunos de los grupos insurgentes que en una ofensiva de apenas once días pusieron fin al régimen de más de medio siglo del clan de Al Asad.
La alianza rebelde, liderada por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) dirigido por Al Sharaa, entró en Damasco el 8 de diciembre.
Bashar al Asad, que dirigió Siria con mano de hierro durante más de 24 años, huyó a Moscú.
El derrumbe marcó el desenlace de una guerra civil de 13 años que desangró al país.
Al Sharaa aseguró que las facciones armadas debían ahora "empezar a anunciar su disolución y a entrar" en el ejército.
"No permitiremos de ninguna manera que haya armas que escapen al control del Estado [...], ya provengan de facciones revolucionarias o de facciones presentes en la zona de las FDS [Fuerzas Democráticas Sirias, dominadas por los kurdos]", afirmó el líder rebelde, conocido hasta ahora por su nombre de guerra, Abu Mohamad al Jolani.
Turquía considera que las FDS, apoyadas por Estados Unidos, son una extensión de su enemigo jurado, el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), catalogado como "organización terrorista" tanto por Ankara como por las potencias occidentales.
Al Sharaa reiteró igualmente que trabajaría para proteger a las minorías de fuerzas "externas" que intentan "provocar discordias confesionales" y señaló la importancia de la "convivencia" en Siria, un país multiétnico y multiconfesional.
- "Borrar el recuerdo de la antigua Siria" -
La llegada al poder de los islamistas sunitas de HTS, catalogados como organización terrorista por Estados Unidos y otros países, provocó una preocupación que la organización intenta disipar.
Las nuevas autoridades serán examinadas de cerca en el trato que den a las minorías. Al Assad, que pertenece a la rama alauita del islam chiita, se presentaba como protector de las minorías en un país de mayoría sunita.
Al Sharaa recibió también una delegación de la comunidad drusa de Líbano, encabezada por su líder Walid Jumblatt. Los drusos son una minoría religiosa repartida entre Líbano, Siria e Israel.
Se trata del primer encuentro con un dirigente de Líbano, que durante décadas sufrió la injerencia del régimen de Al Asad, al que se le atribuyen numerosos asesinatos en el país vecino.
Siria no ejercerá "injerencia negativa alguna en Líbano: respeta la soberanía libanesa, la unidad de sus territorios, [...] y su estabilidad", declaró Al Sharaa, quien pidió a los libaneses "borrar de su memoria el recuerdo de la antigua Siria en Líbano".
Al Sharaa recibió a la delegación libanesa en el palacio presidencial vestido con traje y corbata.
Walid Jumblatt acusa al poder sirio de haber asesinado a su padre, Kamal Jumblatt, en 1977, durante la guerra civil libanesa (1975-1990).
El jefe druso, que felicitó al pueblo sirio por haberse "deshecho de la tiranía y de la opresión", pidió juzgar a "todos los que cometieron crímenes contra libaneses".
- Llamado al levantamiento de sanciones -
Al Sharaa también denunció el papel de Irán en Siria y afirmó que la presencia de milicias iraníes "constituye una fuente de preocupación regional y mundial".
Rusia e Irán, este último a través del poderoso movimiento islamista libanés Hezbolá, eran los principales aliados Al Asad durante la guerra civil que estalló en 2011 y causó unos 500.000 muertos y millones de desplazados.
Irán "no tiene" fuerzas aliadas en Medio Oriente y "no las necesita", afirmó el domingo el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei.
"La comunidad internacional debe movilizarse plenamente para garantizar que Siria vuelva a levantarse y que los desplazados regresen a su país", instó el jefe de la diplomacia turca, quien abogó por un levantamiento "lo antes posible" de las sanciones internacionales contra Siria.
Tras la caída de Al Asad, Estados Unidos y la Unión Europea intensificaron los contactos con los nuevos dirigentes del país.
Arabia Saudita, potencia regional, también está en contacto directo con las nuevas autoridades y enviará próximamente una delegación al país, indicó un alto diplomático a AFP en Riad.
Y.Keller--NZN