Lluvia de críticas al jefe de Defensa de EEUU por hospitalización no revelada
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, se enfrenta a crecientes críticas por haber esperado días para informar a la Casa Blanca y al Congreso sobre una hospitalización, lo que mantuvo a funcionarios clave a ciegas sobre su estado durante la grave crisis de Oriente Medio.
Austin ingresó en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed el 1 de enero debido a complicaciones derivadas de un procedimiento médico electivo, pero el Pentágono no hizo ningún anuncio público hasta cuatro días después, y también esperó para notificarlo a otras altas figuras del gobierno.
La hospitalización del secretario, de 70 años, se produce mientras Washington lucha por contener las consecuencias de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás, que ha desencadenado actos de violencia contra las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria, así como ataques contra la navegación internacional.
Con Oriente Medio sumido en la agitación, la idea de que "durante cuatro días el secretario de Defensa esté en un hospital y (el presidente Joe) Biden no lo sepa es sorprendente", dijo el lunes Ian Bremmer, presidente de la firma de riesgo político Eurasia Group.
Bremmer consideró que la situación da al presidente la oportunidad de reemplazar a Austin, pero la Casa Blanca ha apoyado al secretario.
Austin se sometió a un procedimiento médico no especificado el 22 de diciembre y fue dado de alta al día siguiente, pero empezó a experimentar "fuertes dolores" el 1 de enero y fue trasladado en ambulancia al Walter Reed, explicó el lunes a los periodistas el portavoz del Pentágono, el mayor general Pat Ryder.
Algunas facultades de Austin fueron transferidas a la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, el 2 de enero, pero no se le comunicó que estaba hospitalizado hasta dos días después, añadió Ryder.
- Críticas desde el Congreso -
El consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, también fue informado el 4 de enero, mientras que el Congreso no fue informado hasta un día después, el mismo en el que el Pentágono hizo un anuncio público.
Ryder explicó que el jefe de gabinete de Austin "había estado enfermo de gripe, lo que causó un retraso en estas notificaciones".
"Actualmente estamos revisando cómo podemos mejorar estos procedimientos de notificación, para incluir las notificaciones a la Casa Blanca y al Congreso", comentó.
Ryder también dijo que fue informado de la hospitalización de Austin el 2 de enero, pero "no se sintió en libertad" de revelar información sobre el estado del secretaria "hasta saber más".
La falta de notificación ha suscitado críticas en el Congreso, donde algunos legisladores republicanos han pedido que Austin se vaya.
"Es impactante y absolutamente inaceptable que el Departamento de Defensa esperara múltiples días para notificar al presidente, al Consejo de Seguridad Nacional y al pueblo estadounidense", dijo la representante Elise Stefanik en un comunicado, pidiendo la "renuncia inmediata" de Austin.
El expresidente Donald Trump también aseguró en las redes sociales que el secretario "debe ser despedido de inmediato por conducta profesional impropia y abandono del deber".
Pero la Casa Blanca lo ha respaldado. La secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, matizó que "el presidente tiene plena confianza, sigue teniendo confianza en el secretario Austin".
Ryder también confirmó que Austin "no tiene planes de dimitir". Este que sigue hospitalizado, pero ya no está en cuidados intensivos y ha reanudado sus funciones al completo.
Austin, por su parte, dijo en un comunicado el sábado que asumía "la plena responsabilidad" de sus "decisiones sobre la divulgación" y admitió que "podría haber hecho un mejor trabajo" asegurándose de que el público estaba "debidamente informado".
B.Brunner--NZN