Varsovia conserva la memoria del gueto judío 80 años después del levantamiento
En el 80º aniversario del levantamiento de los judíos del gueto de Varsovia contra el terror nazi, la capital polaca reúne en una exposición los objetos, desde un zapato de niño hasta utensilios de cocina carbonizados, que cuentan cómo vivieron, amaron y murieron en tiempos de guerra.
La exposición en la Galería Kordegarda, organizada en colaboración con el Museo del Gueto de Varsovia, presenta vestigios raros, recientemente descubiertos, del barrio judío durante la Segunda Guerra Mundial.
"Varsovia no es una ciudad, sino dos: la que vemos y la que está debajo, bajo tierra", dice a la AFP Jacek Konik, uno de los comisarios de la exposición. "Son las voces de una ciudad enterrada que resuenan bajo nuestros pies".
Konik dirigió las excavaciones en un lugar adyacente al búnker donde se suicidaron el líder de la sublevación Mordechaj Anielewicz y sus compañeros.
Cuando los nazis invadieron Polonia en 1939, aproximadamente un tercio de los habitantes de la ciudad eran judíos.
Un año después, los ocupantes sellaron su barrio para convertirlo en un gueto del que ningún judío podía salir libremente.
"Son objetos idénticos a los que encontramos en las zonas no judías, por lo que está claro que la zona del gueto fue aislada artificialmente", explica Konik.
Hasta 450.000 judíos estaban hacinados en cerca de tres km2. Cuando los nazis iniciaron las deportaciones masivas a los campos de exterminio, un grupo de judíos lanzó la resistencia armada, el 19 de abril de 1943.
- Seguir viviendo -
Casi un mes después, el levantamiento fue brutalmente aplastado por los alemanes y el gueto arrasado.
Sus restos permanecen enterrados y solo de vez en cuando ven la luz del día. Uno de los varios miles de objetos excavados parece especialmente significativo: una manilla carbonizada con la llave aún atascada en la cerradura.
"Esta manilla simboliza el famoso decreto que obligaba a los judíos a abandonar sus apartamentos y dejar las llaves en la puerta", explica Konik.
Los objetos atestiguan el deseo de seguir viviendo a pesar de los horrores del antisemitismo y la guerra.
"Esto es quizá lo más conmovedor: una vida corriente se vio interrumpida, y ahora, gracias a esta exposición, podemos completar la historia", dice Konik.
Del gueto solo quedan unos pocos edificios, entre ellos la casa de la calle Chlodna donde vivió Adam Czerniakow, nombrado por los alemanes para dirigir la administración judía del gueto.
- "Condenados a morir" -
También hay fotos de la época, pero la mayoría fueron tomadas por los nazis.
"Es muy molesto que siempre veamos el gueto a través de los ojos de los alemanes. No debería ser así", explica a AFP Agnieszka Haska, del Centro Polaco de Investigación del Holocausto.
En breve los visitantes podrán ver unas fotos recién descubiertas del gueto que tomó un bombero polaco.
Las imágenes forman parte de una nueva exposición en el Museo Polin de Historia de los Judíos Polacos, dedicada al destino de los civiles durante el levantamiento.
"En lugar de responder a las órdenes de unirse a los transportes hacia una muerte inminente, permanecieron ocultos. Su silencioso acto de resistencia fue tan importante como la lucha armada", afirma el Museo Polin en su web.
Este año las conmemoraciones del levantamiento, a las que asistirán, entre otros, los presidentes israelí y alemán, también quieren destacar la perspectiva civil.
Justo enfrente del museo se encuentra el Monumento a los Héroes del Gueto, un memorial de 11 metros de largo situado en el lugar donde se produjeron muchos enfrentamientos durante el levantamiento.
Según Haska, este monumento también tiene un lado oscuro. "Solemos ver (...) el que muestra la lucha, a los combatientes", ante el que los visitantes oficiales depositan sus coronas, dice, "pero el otro lado del monumento, dedicado a la experiencia de los civiles, que queremos conmemorar especialmente este año, es sumamente interesante".
Este lado muestra una fila de personas camino de la muerte. "Es decir, ancianos, mujeres y niños que vivían en el gueto de Varsovia, condenados a morir", explicó Haska.
F.E.Ackermann--NZN