Blue Origin se prepara para el primer lanzamiento de su cohete gigante New Glenn
Un cuarto de siglo después de su fundación, finalmente la empresa Blue Origin, propiedad del segundo hombre más rico del planeta -Jeff Bezos- está lista para su primer vuelo orbital el lunes con el New Glenn, un nuevo cohete gigante que la compañía espera sacuda la carrera comercial del espacio.
El lanzamiento inicialmente previsto para el domingo se retrasó un día por las condiciones "desfavorables" en el mar, publicó Blue Origin en la red X.
Bautizado como New Glenn, en honor a un legendario astronauta, el cohete de 98 metros de alto, equivalente a un edificio de 32 pisos, tiene previsto despegar de Cabo Cañaveral en una ventana de lanzamiento que inicia a la 1:00 am (06H00 GMT) del lunes.
"Mirando hacia arriba!", publicó en X el CEO de la compañía, Dave Limp, junto con algunas fotos del reluciente gigante blanco.
Con esta misión, bautizada NG-1, Bezos apunta directo al hombre con la mayor fortuna en la Tierra, Elon Musk, cuya empresa SpaceX domina el mercado de lanzamientos orbitales con sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy.
Estos sirven al sector comercial, al Pentágono y a la agencia espacial estadounidense, NASA, incluyendo el transporte de astronautas desde y hacia la Estación Espacial Internacional (EEI).
"Durante los últimos años, SpaceX ha sido prácticamente el único jugador, y ahora, tener un competidor... Es genial", dijo a la AFP G. Scott Hubbard, un veterano funcionario retirado de la NASA.
En tanto, SpaceX planea el próximo ensayo orbital de Starship -su gigantesco cohete de nueva generación- justo el día siguiente, subiendo las apuestas en su naciente rivalidad.
- Intento de aterrizaje -
Si todo sale de acuerdo con el plan, poco después el lanzamiento, Blue Origin intentará hacer un aterrizaje de la primera etapa del propulsor sobre una nave dron llamada Jacklyn, en honor a la madre de Bezos, y que está a unos 1.000 km al interior del océano Atlántico.
Aunque SpaceX ha hecho por largo tiempo estos aterrizajes un espectáculo casi rutinario, este será el primero de Blue Origin en altamar.
En tanto, la fase superior del cohete encenderá sus motores hacia la órbita terrestre, llevando un prototipo de nave espacial financiado por el Departamento de Defensa llamado Blue Ring y que seguirá a bordo por las casi seis horas del vuelo de prueba.
Limp subrayó que alcanzar la órbita es el objetivo principal, mientras que una recuperación exitosa del propulsor sería un "plus".
Blue Origin ya tiene experiencia en el aterrizaje de sus cohetes New Shepard, usados para el turismo espacial, pero estos son mucho más pequeños y han vuelto a tierra firme y no en medio del mar.
Físicamente, New Glenn supera al Falcon 9 de 70 metros de alto y está diseñado para cargas útiles mayores.
Su capacidad en términos de masa está entre la del Falcon 9 y su hermano mayor, el Falcon Heavy, pero tiene la ventaja de un compartimiento útil más ancho, ideal para cargas más voluminosas.
- Desarrollo lento vs. rápido -
Blue Origin ya tiene un contrato con la NASA para el lanzamiento de dos sondas hacia Marte a bordo del New Glenn. El cohete también apoyará el despliegue del proyecto Kuiper, una satélite diseñado para competir con la red de internet de Starlink.
Por ahora, sin embargo, SpaceX mantiene el liderazgo, mientras que otros competidores como United Launch Alliance, Arianespace y Rocket Lab, van muy rezagados.
Como Musk, Bezos siente una pasión de toda la vida por el espacio. Pero mientras Musk sueña con colonizar Marte, Bezos imagina trasladar la industria pesada fuera del planeta a plataformas espaciales flotantes para preservar la Tierra, "el origen azul de la humanidad".
Bezos fundó Blue Origin en 2000, dos años antes que Musk fundara SpaceX, pero adoptó un desarrollo más cauteloso, en contraste con la filosofía de sus rivales "falla rápido, aprende rápido".
"Ha habido impaciencia en la comunidad espacial con el muy deliberado enfoque de Blue Origin", aseguró a la AFP Scott Pace, un analista de las políticas espaciales en la universidad George Washington y exmiembro del Consejo Nacional Espacial.
Si New Glenn tiene éxito, agregó Pace, le dará al gobierno estadounidense una "redundancia diferente", un respaldo valioso si falla un sistema.
La cercania de Musk con el electo rpesidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado preocupaciones sobre potenciales conflictos de interés, en especial por el astronauta privado Jared Isaacman -socio de Musk- quien se prevé sea el próximo jefe de la NASA.
Bezos, sin embargo, ha hecho sus propias aperturas, presentando sus respetos a su antiguo enemigo durante una visita a la residencia del presidente electo en Mar-a-Lago, mientras que Amazon ha anunciado que donaría un millón de dólares al comité de investidura de Trump.
F.E.Ackermann--NZN