Ajustes finales antes de nuevo intento de despegue del cohete de la NASA a la Luna
¿Será la tercera vez la vencida? Después de dos intentos fallidos este verano boreal, la NASA ajustaba el lunes los preparativos finales antes del despegue de su nuevo megacohete hacia la Luna, ahora programado para el miércoles desde Florida, en lo que sería el gran comienzo del nuevo programa insignia de la agencia espacial estadounidense, Artemis.
Cincuenta años después del último vuelo de la nave Apolo, la NASA esta vez quiere establecer una presencia humana duradera en la Luna, con el fin de prepararse para un futuro viaje a Marte. La misión Artemis 1, un vuelo de prueba sin astronauta a bordo, representa la primera etapa.
El lanzamiento del cohete SLS, que debería convertirse en el más potente del mundo, está previsto para el miércoles a las 01H04 local (06H04 GMT), con una posible ventana de dos horas para su lanzamiento.
La cuenta atrás ya ha comenzado de nuevo en el Centro Espacial Kennedy, en el estado de Florida (sureste de Estados Unidos) donde la enorme máquina naranja y blanca sigue esperando pacientemente su vuelo inaugural.
El despegue está previsto a menos de una semana del paso del huracán Nicole, cuando el cohete enfrentó los fuertes vientos en su plataforma de lanzamiento.
El lanzamiento, sin embargo, está suspendido hasta una reunión final programada para este lunes: los funcionarios de la misión deben determinar el riesgo asociado con el huracán que dañó una fina capa de sellador al nivel de la cápsula Orion, ubicada en la parte superior del cohete. Se trata de evaluar si este material podría despegarse más en el momento del despegue y por tanto plantear un eventual problema.
Dos fechas alternativas son manejadas si fuera necesario: 19 y 25 de noviembre.
Pero Mike Sarafin, a cargo de la misión, se mostró optimista el domingo por la noche: "Tengo un buen presentimiento de avanzar hacia este intento el 16 de noviembre", dijo en rueda de prensa.
- Tiempo favorable -
Por una vez, el clima promete ser templado, con un 90% de probabilidad de un tiempo favorable durante la ventana de lanzamiento.
A finales de septiembre, el cohete tuvo que ser devuelto a su hangar de montaje para protegerlo de otro huracán, Ian, lo que retrasó el despegue varias semanas.
Antes de estos contratiempos meteorológicos, dos intentos de lanzamiento habían fallado este verano boreal, pocas horas antes de la cuenta regresiva.
La primera cancelación estuvo relacionada con un sensor defectuoso y la segunda con una fuga de combustible durante el llenado de los tanques del cohete. La máquina funciona con oxígeno e hidrógeno líquidos ultra fríos.
Desde entonces, la NASA reemplazó una sección sellada y modificó sus procedimientos para evitar el choque térmico tanto como sea posible. A fines de septiembre se realizó con éxito una nueva prueba.
Estas operaciones de llenado deben comenzar el martes por la tarde, bajo las órdenes de Charlie Blackwell-Thompson, la primera mujer directora de lanzamiento de la NASA.
- Rumbo a Marte -
Se espera que unas 100.000 personas en la costa asistan a este despegue nocturno, durante el cual el cohete promete iluminar el cielo con una gran bola de fuego.
La cápsula Orion será impulsada por dos propulsores y cuatro potentes motores debajo de la sección principal, los cuales se separarán apenas unos minutos más tarde. Después de un último envión desde el tramo superior, la cápsula estará camino a la Luna, a la que tardará varios días en llegar.
No aterrizará allí, sino que se colocará en una órbita distante, aventurándose incluso a posicionarse hasta 64.000 km detrás de la Luna, más lejos que lo efectuado por cualquier otra nave espacial tripulada a la fecha.
Luego la cápsula iniciará su retorno a la Tierra. Su escudo térmico, el más grande jamás construido, tendrá que soportar una temperatura equivalente a la mitad de la de la superficie del Sol cuando atraviese la atmósfera.
Si el despegue se concreta este miércoles, la misión duraría un total de 25 días y medio, con aterrizaje en el Océano Pacífico el 11 de diciembre.
El éxito de esta misión es crucial para la NASA, que lleva más de una década desarrollando el cohete SLS y habrá invertido más de 90.000 millones de dólares en su nuevo programa lunar a finales de 2025, según una auditoría pública
Tras esta primera misión, Artemis 2 llevará astronautas a la Luna en 2024, pero sin aterrizar todavía allí. Ese honor está reservado para la tripulación del Artemis 3, en 2025 como muy pronto.
El nombre Artemis fue elegido por una figura femenina, la hermana gemela del dios griego Apolo, haciéndose eco del programa Apolo, que envió a 12 hombres a la superficie lunar entre 1969 y 1972.
La NASA apunta esta vez a enviar allí a la primera mujer y la primera persona negra.
La agencia espacial pretende entonces iniciar la construcción de una estación espacial en órbita alrededor de la Luna y una base en su superficie.
F.Carpenteri--NZN